Se perdió la oportunidad de contar con un instituto electoral democratizado como lo pretendía la Reforma Electoral propuesta por el presidente, al menos por ahora. Cuando el partido en el poder y la oposición ya tenían planchado el acuerdo de repartirse el nombramiento de los consejeros como había sido la costumbre y que sustituirían a los cuatro que terminaban su largo período, vino el manotazo y se ordenó que fuera por insaculación (sorteo) de los veinte finalistas como ya lo prevén las reglas.

No faltaron los que de inmediato señalaron que al menos dos de los cuatro son medio afines a la 4T, lo que son ganas de fastidiar ya que ni modo que las papeletas estuvieran cargadas cuando le tocó a la Cámara de Diputados presidida por Santiago Creel vigilar el proceso de selección. Perdimos la oportunidad en este período de reducir el costo legislativo que proponía eliminar los doscientos diputados plurinominales y que la mayoría de ellos se han perpetuado en estos cargos y han representado un verdadero obstáculo para establecer los cambios que el país requiere para seguir avanzando a mejores estados de bienestar, y que nunca ganarían una elección si fueran sometidos al voto popular.

En 2024 veremos cuantos de estos dinosaurios se niegan a morir y continúan sangrando cual sanguijuelas el presupuesto nacional. También no se logró una mayor reducción al costo del INE que proponía entre otros puntos, la eliminación de los institutos locales electorales, ya que solo están de florero y que solo sirven para tramitar las impugnaciones que presentan los partidos para ser remitidas a los órganos electorales federales, y toda vez que en cada estado existe una representación federal electoral. Lo valioso de este ejercicio es que salió a la luz pública lo que tenían calladito y guardadito los consejeros federales en multimillonarios fideicomisos destinados para dar jugosas compensaciones de retiro y para otros privilegios que nada tienen que ver con su función primordial. Por lo que respecta a nuestro IMPEPAC, este su diario ha dado cuenta en recientes fechas de sus excesos, de los que me ocuparé en la próxima entrega.

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