- Deja un impacto duradero en el mundo del arte -
Esta mañana se ha dado a conocer el fallecimiento del aclamado escultor Víctor Manuel Contreras, quien adoptó Morelos como su hogar y dejó un legado artístico inigualable. Durante la última semana, el maestro luchó contra complicaciones de salud que finalmente le arrebataron la vida. El artista pasó los últimos 57 años de su vida en Morelos, donde fue acogido y admirado por su talento y dedicación.
A lo largo de una destacada carrera, Víctor Manuel creó un total de 82 obras, a las cuales consideraba sus "hijos" artísticos, 72 de ellas están expuestas en distintas partes del mundo, ocupando un lugar privilegiado.
Entre sus obras más reconocidas se encuentra la icónica escultura "La Paloma de la Paz", situada al norte de Cuernavaca. La inspiración para esta pieza surgió de uno de sus maestros, quien enseñaba en la Escuela Superior de Artes de París. Además, dos de sus creaciones se encuentran en la capital de Morelos: el "Monumento a la Madre" y “Quetzalcóatl, eje de las culturas mesoamericanas”.
El Monumento a la Madre se erige frente al chapitel del Calvario, mientras que Quetzalcóatl fue recientemente ubicado en una glorieta en el cruce de las avenidas Río Mayo y Río Balsas, en la colonia Vista Hermosa.
¿Quién fue Víctor Manuel Contreras?
Víctor Manuel Contreras Vázquez nació en Atoyac, Jalisco, en 1941. Estudió en la Academia de San Carlos, en la Ciudad de México, así como escultura y pintura en el Instituto de Arte Moderno de Nueva York. En 1957 “emprendió el vuelo” para enriquecer aún más su talento artístico en Alemania y Francia.
Fue en París donde tuvo la oportunidad de convivir con el Príncipe Félix Youssoupoff y la Princesa Irina de Rusia, miembros de la realeza rusa, durante cinco años. Durante este periodo, Víctor Manuel tuvo el privilegio de conocer a figuras destacadas como Pablo Picasso, Salvador Dalí y Marc Chagall.
De regreso a México ocupó importantes cargos en instituciones de arte de Guerrero y Morelos, pero hacia 1970 decidió dedicarse de lleno a la escultura y a la pintura. Incluso recibió propuestas para incursionar en la política.
A pesar de sus experiencias en el extranjero, Víctor Manuel Contreras decidió quedarse en Morelos, el lugar que consideraba su hogar y donde encontró el espacio ideal para crear. Además del gran cariño que tenía por esta entidad, el artista apreciaba profundamente a su gente, afirmando que “la labor de los morelenses en el mundo es remarcable. Son gente de corazón, nobles, son preciosas personas”, afirmaba Víctor Manuel Contreras.
Sus obras dejan una huella imborrable en el paisaje y en el corazón de los morelenses.