Autoridades de salud llaman a reforzar medidas de prevención.

Las altas temperaturas están asociadas al incremento de picaduras de alacrán, por lo que las autoridades de salud llamaron a reforzar las medidas de prevención contra los ataques de este arácnido.

En lo que va del 2023, en Morelos ya van nueve mil 559 casos, según el reporte epidemiológico más reciente. Los datos oficiales indican que la mayor incidencia se ha observado en los municipios de Yautepec, Jonacatepec, Puente de Ixtla, Jojutla y Tetecala.

De acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) todos los alacranes son ponzoñosos, pero su nivel de toxicidad para el humano es diferente, de acuerdo a la especie.

La sensibilidad de cada persona también es diferente, de ahí que mucha gente aun crea el mito de que “no les hace” el veneno de dicho arácnido, a pesar de que la especie que predomina en Morelos es de las más venenosas.

 La Secretaría de Salud federal alertó sobre la relevancia de prepararse en unidades médicas para responder a un esperado incremento de casos de ataques de alacrán, pues estos están asociados con las condiciones de clima, como el incremento en las temperaturas, las cuales se han elevado en casi todo el territorio nacional.

Los especialistas explican que la Intoxicación por Picadura de Alacrán (IPA), puede ser mortal si no se atiende a tiempo.

Los síntomas de IPA son los siguientes:

Intoxicación leve: Dolor intenso y adormecimiento del sitio corporal de la picadura, nerviosismo e irritabilidad. En menores de cuatro años, llanto incontrolable.

Intoxicación moderada: Los dos anteriores, más secreción nasal y salivación abundante, sensación de cuerpo extraño en la garganta (como si tuviera un estropajo dentro), ceguera temporal, dificultad para respirar, dolor abdominal, náusea y vómito.
Intoxicación grave: “Todos los anteriores, además de cambios en el ritmo y frecuencia del corazón (latidos), trastorno de habla, palidez alrededor de los labios, postración.

El diagnóstico de la intoxicación por picadura de alacrán se apoya en el testimonio del paciente o de su acompañante, en la sintomatología que presenta y por la residencia o procedencia de la zona de riesgo.
Quienes pueden realizar el diagnóstico son el médico, la enfermera, el promotor o auxiliar de salud voluntario, previamente capacitado.
Se considera que es posible prevenir la IPPA casi en un cien por ciento mediante medidas aplicables en las viviendas, como la colocación de cielo raso en los dormitorios, encalado de paredes exteriores, colocación de mosquiteros, mantener el patio limpio, etc.
También se puede prevenir por el autocuidado de la salud, como revisar la ropa de cama antes de acostarse, revisar la ropa de vestir y los zapatos antes de usarlos, evitar andar descalzo, usar guantes si se realizan tareas de campo como levantar piedras y cargar leña, entre otras medidas.
Dado que Morelos es una zona de alta presencia de la especie más venenosa de alacrán, las personas que son picadas deben seguir las medidas de prevención antes mencionadas, además de atender de inmediato cualquier caso de IPA, acudiendo a la unidad de salud más cercana.
Alejandro Alagón, investigador del Instituto de Biotecnología UNAM, con sede en Cuernavaca, dio a conocer que con el calor, los alacranes "están más activos, salen a buscar su comida, que son insectos, arañas. A los alacranes peligrosos no les gusta estar mojados, buscan lugares secos y por eso es que se meten a las casas". 

Señaló que las víctimas mortales suelen ser niños, pues un alacrán puede inyectar entre 80 y cien microgramos de veneno. En infantes el envenenamiento puede ocurrir rápidamente, ya que se generan condiciones de riesgo de muerte en solo 45 a 60 minutos.

Expertos y autoridades de salud han hecho notar la relevancia de evitar remedios caseros y acudir cuanto antes a las unidades de atención médica, para la valoración y el manejo adecuado de los pacientes atacados por cualquier alacrán.