Tanto en nuestro sistema electoral como en el Poder Judicial de la Federación por lo menos para poder seguir avanzando en un estado democrático y que deje de ser secuestrado por grupos o facciones con intereses personales y ajenos a la voluntad popular, que a diario impiden que los procesos relativos a estas áreas se realicen con equidad y justicia. Me referiré al primero de ellos debido a los acontecimientos sucedidos en la última semana, que debemos evitar se vuelvan a presentar en el futuro, y es que cada vez el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le sacan mangas al chaleco y todo lo llevan a la interpretación de las leyes en la materia violando flagrantemente la Constitución que tanto enarbolan defenderla.

En una de sus recientes resoluciones, a pesar de que varios magistrados manifestaron que el proceso de selección de la persona “responsable de la construcción del Frente Amplio Por México” consideraron que es un fraude a la ley y debe considerarse como actos anticipados de precampaña porque no cumple con los plazos que establece la ley de la materia, utilizando un lenguaje mas “light” para ello, pero a pesar de que estos argumentos son sólidos y se apegan a la normatividad, al resolver sobre la cancelación de este proceso y que es lo que debería hacerse, se van por la tangente y consideran que “sería una medida excesiva” y presuponen que a pesar de ello es posible guardar la equidad con opiniones abstractas.

La verdad es que ambos procesos de ambos grupos son violatorios de las leyes y el hecho de que los bauticen como designación de coordinadores y constructores respectivamente son en el fondo actos anticipados de precampaña y campaña que no deberían de existir, y nos condena a ciudadanos a soportar la andanada de propaganda, descalificaciones diarias en medios de contendientes en una guerra de todos contra todos, aun al interior de ambos grupos, sin descartar el alto costo que tiene para nuestros bolsillos y que todas la personas involucradas en estos procesos deberían estar trabajando para bien de la nación, en lugar de estar haciendo grilla que además es sucia y barata.

Este fallo me recuerda a la elección de 2006, cuando dichos organismos resolvieron que Fox si había intervenido a favor de Calderón, como él mismo lo aceptó públicamente, pero que no de tal magnitud que fuera determinante en el triunfo de Felipe, cuando la diferencia entre ambos fue de tan solo menos de 0.5%. ¿Cómo determinaron eso? ¿Acaso tenían bola de cristal? Esa resolución fue una reverenda barrabasada. 

Desde principios de este siglo escribí lo que debería ser la reforma al sistema electoral. Estoy por actualizarla porque la que proponía este gobierno se quedaba corta.