Andrés López Alvarado, quien trabaja como operador del transporte público, afirmó que impulsa a sus hijos para que sean profesionistas y tengan una mejor calidad de vida, pero también les aconseja que aprendan un oficio para que, si no encuentran trabajo, no se queden con las manos cruzadas.

“A todos mis hijos, desde chiquitos les he enseñado a manejar. Tengo un hijo que maneja un tráiler y a mi niña de siete años le estoy enseñando este oficio. Les digo que estudien, pero también que aprendan un oficio para que puedan ganar su dinero”.

Señaló que lleva más de 30 años al volante. Empezó como chofer de autobuses y hace varios años se cambió a las unidades del transporte público, porque su hijo mayor comenzó a laborar en la Ruta 18 y le comentó que se obtienen buenos ingresos.

Refirió que es una labor cansada porque todos los días se levanta a las cuatro de la mañana para llegar a tiempo a la base, pues su jornada empieza a las cinco de la mañana. Además, afirmó que estar sentado todo el día también es cansado, aunado a que -dijo- tiene que lidiar con personas que están de mal humor y se molestan por cualquier situación, además de que no falta el pasajero que paga con billetes falsos.

“Hay gente que agradece el servicio que le damos. Hay unos que me dicen ‘mire don, le doy una fruta’ y eso es bonito, pero también hay otros que se molestan y uno no les puede decir nada porque te reportan en la base; hay que tratar de sobrellevarla y si dicen algo malo, mejor no digo nada y sigo mi camino”.

Pese a lo anterior, aseguró que le gusta su labor y seguirá al volante hasta que el cuerpo aguante.