Solo tenías brillo al tacto
tocando acepto tu corazón.
Haces pulso en cada lapso
escondido justo en tu boca de sabor.
Sostén mis rodillas sobre tus hombros y haz una oración por la bendición de la conciencia,
por la gracia de nuestras sonrisas, por la construcción de nosotros mismos.
En lo más profundo vive el desierto floreciente. El sonido completo del tiempo y el temor,
toda la maquinaria de las palabras muertas han perdido la batalla de la praxis;
fallaron a la vida y convirtieron la muerte en confusión con los espectros.
Caídas de necesidades y terremotos estimulando la realidad,
haciendo alegría y enojo de cientos de días.
Garras.
Lado.
Rostro fúnebre.
Stare.
Tiempo.