Novena parte y última
Como lo he mencionado a lo largo de esta serie, la moneda, como cualquier mercancía, tiene un precio, siendo este el tipo de cambio, el cual representa la cantidad de pesos mexicanos que se requieren para comprar un dólar americano, y como cualquier mercancía este precio se determina por las fuerzas de la oferta y demanda de dólares (libre flotación como nuestro sistema actual) o por las autoridades monetarias del país (paridad fija como la que tuvimos hasta el 31 de agosto de 1976).
Hemos comentado que el comportamiento del superpeso se debe a la oferta de dólares que generan la balanza turística, la balanza comercial, la inversión extranjera directa, las remesas de nuestros paisanos, el ahorro de extranjeros por las atractivas tasas de interés principalmente, pero fundamentalmente a la estricta disciplina en el manejo del presupuesto anual aprobado por el Congreso y aumento en la recaudación de impuestos, campos en los que este actual gobierno ha cumplido a satisfacción de acuerdo a comentarios del sector empresarial más representativo y al Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE y las principales calificadoras.
Aunado a esto, la tasa de inflación se ha mantenido bajo control y acorde a la que tienen nuestros principales socios comerciales, todo esto a pesar del impacto económico negativo por los más de dos años de pandemia, la larga guerra entre Ucrania y Rusia a la que se suma ahora el conflicto entre Israel y Palestina.
Quienes regatean al actual régimen los logros alcanzados a pesar de su constante bloqueo a los programas y obras de gobierno en estos casi 5 años y a las vicisitudes externas padecidas, lo hacen por coraje a la aceptación y aprobación popular a la gestión actual, que ellos no pudieron alcanzar a pesar de contar con tecnócratas educados en universidades de prestigio mundial que solo se dedicaron a planear el saqueo y la entrega de nuestros sectores estratégicos al extranjero, como lo pronostiqué en mi discurso de cierre de campaña en 2000 con Cuauhtémoc Cárdenas en Jiutepec, el cual pueden consultar en la aplicación de YouTube, “Campaña 2000 Carlos Ruiz Venegas”.
Durante estos 36 años de neoliberalismo, la vida diaria se caracterizó por fuerte inflación, constantes devaluaciones, pérdida del patrimonio nacional, alta dependencia del exterior y fuertes endeudamientos que estamos pagando junto con sus altos intereses. Para la población que ha sido la pagana, constantes gasolinazos, alzas indiscriminadas en el costo de la energía eléctrica, gas, transporte y demás bienes y servicios requeridos para nuestra subsistencia.
Por ello esta serie del superpeso, revaluado que ni Ripley lo entendería, es el mejor indicador de que las cosas marchan por excelente camino y que no debemos desviar ni un ápice la estrategia y acciones seguidas, y en cambio llevar a cabo las pendientes transformaciones requeridas a todas luces reconocidas por la población al Poder Judicial y al sistema electoral, ambos onerosos, llenos de privilegios, arcaicos y que en nada cumplen para contar con una vida democrática y justicia dignas.
Los ciudadanos ya empoderados tenemos este privilegio de cambiar las cosas que aun no funcionan en este 2024. La serie del superpeso pretende que aprendamos a distinguir el comportamiento de las variables económicas que intervienen en el valor del tipo de cambio y en consecuencia en la economía, y no crean las versiones que propala la prensa chayotera y la comentocracia que no tienen idea de lo que sucede, y si la tienen lo hacen para desestabilizar y desprestigiar la marcha de un buen gobierno, que en estos 5 años ha empezado a corregir lo que hicieron los anteriores en 36 o más para acostar nuestra economía, reconociendo que queda camino por recorrer.
Gracias por su paciencia.