Sebastián reconoce que ser checador de “rutas” es una labor arriesgada
Aunque Sebastián reconoce que ser checador de “rutas” es una labor arriesgada, pues corren el riesgo de sufrir un accidente al momento de cruzar la calle para recibir la tarjeta de los operadores, afirma que no ha pensado dejar este oficio porque tiene dos hijos que dependen de él.
Dijo que algunos conductores le han aventado el vehículo a propósito, pero afortunadamente no ha pasado nada grave y solo ha quedado en un susto.
“Hay que estar al pendiente, porque a veces hasta te avientan a propósito los carros. Vamos a seguir aquí hasta que el cuerpo aguante porque también es un poco arriesgado atravesarse con los carros y hay que darse cuenta y aceptar cuando el cuerpo ya no dé para esto”.
A decir del entrevistado ser checador es una labor estresante, pues diariamente tiene que lidiar con más de 70 operadores y algunos están de mal humor, lo que es entendible porque los choferes también tratan con todo tipo de personas durante el día.
Sebastián señaló que su trayectoria como checador es de 18 años y aunque ha vivido muchas anécdotas las que más recuerda son las de dos operadores que fallecieron recientemente.
“Diario convivimos con los operadores y uno que recuerdo muy bien es un permisionario y chofer que falleció por la pandemia del covid-19; era una persona muy amable llegaba y te invitaba un refresco o te preguntaba si ya habías comido o no, son de las personas que uno extraña”.
Otro caso que también recuerda es el de un chofer que falleció por una caída en el baño.
“A ese chofer lo vi un día antes, nos dijo ‘mañana nos tomamos un café’ y al otro día nos dijeron que se estaba bañando para venir a trabajar, se resbaló en el baño, se pegó en la cabeza y falleció. Son anécdotas muy tristes, pero siempre recordamos porque convivimos con ellos”.