Segunda parte
Continuando con mi columna del pasado martes, entraremos de lleno a los puntos que considero deben ser incluidos como mínimo en la reforma electoral, que se antoja urgente, y que se mencionan de manera enunciativa, más no limitativa. Debemos considerar que este es el punto de partida y eje principal para contar con gobiernos mas democráticos que cumplan con las expectativas ciudadanas.
1.- Solo debe haber una elección cada cuatro años con posibilidad de reelección
Es imperativo que en un país que se ha rezagado, comparado con otros a los que hace 40 años les llevábamos franca delantera, no se pierda el tiempo en elecciones federales y estatales cada año solo porque los períodos no están alineados, con el consecuente derroche de dinero, tiempo, esfuerzo y polarización ciudadana. Las ventajas de tener un solo período, es que todos los que sean favorecidos con el voto popular, podrán trabajar en beneficio de los electores y bajo programas que pueden ser armonizados, y no como ahora que convergen gobiernos (federal, estatal y municipal) de distintos colores y con responsabilidad dispareja en cuanto a tiempo, lo que no da lugar a que se puedan ejercer liderazgos que puedan concretar las expectativas de la ciudadanía. Uniformar los períodos de los tres niveles de gobierno y de los representantes en el congreso a cuatro años, y que sus actuaciones sean premiadas por los electores si éstas fueron buenas con una reelección. Seis años son muchos para que la sociedad tenga la oportunidad de corregir si el presidente o senadores estuvieron al nivel de las expectativas generadas en campaña, y tres no son suficientes para emprender los cambios que se requieren para presidentes municipales y diputados. Además de contar con tiempo para trabajar para lo que fueron elegidos, el ahorro monetario sería de consideración y destinarse a proyectos de educación, empleo, salud, vivienda, ecología y seguridad. En los países desarrollados los períodos de gobierno no son tan largos y se permite la reelección, que a estas alturas representa un lastre para nuestro desarrollo y crecimiento el no contar con este derecho.
2.- Que se establezcan y/o consoliden las figuras de plebiscito, referéndum y revocación de mandato
Si un gobierno o representante popular resulta del todo nefasto y representa un lastre para la comunidad o para la nación entera, que el pueblo tenga estos instrumentos para sustituirlo, y no tenga que esperar hasta que el período para el que fue elegido o designado termine. Un pueblo, ciudad, estado o país no debe soportar estancamiento, atraso, desgobierno, de manos de uno o pocos individuos que les fallen. En una empresa, los que no producen resultados o estos son negativos, son echados a la calle. Por conveniencia, la oposición solo aprobó la revocación de mandato para el presidente, pero la rechazó para gobernadores, diputados, presidentes municipales y regidores. Esta debe aplicarse a todas las personas que sean elegidas mediante voto popular o representativo y que debido a su cargo ejerzan actos de gobierno y/o representación popular. Así también, el plebiscito y referéndum deben ser una figura al alcance de los ciudadanos en los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
3.- Que solo exista un consejo electoral para toda la elección que será simultánea, y que sea elegido por los ciudadanos, como en las colonias
El sistema de partidos como lo visualizamos ahora ya es inoperante, además de corrupto y viciado, luego entonces no debe ser su facultad la propuesta de los consejeros electorales, ya que representan sus muy particulares intereses, y no los de la ciudadanía. La designación de los encargados y árbitros de las elecciones debe ser facultad del pueblo, analizando el período en que durarán en su encargo, así como las modalidades de este.
Por razones de espacio continuaré en mi próxima entrega.
