El funcionario federal mencionó que esta estrategia de cinco pasos consiste en promover en la población cinco acciones que orienten el cambiar su forma de vida o sus hábitos. El primero es actívate, el segundo es tomar agua, no sólo refresco sino agua natural; el tercero es comer frutas y verduras, al cuarto mídete, no sólo en cuanto a medidas físicas o en el sentido de medirse en lo que consumen; y quinto comparte con familiares y amigos.
Tras referir que en México el 30% de los niños y niñas en edad de nivel primaria tienen sobrepeso u obesidad, el coordinador del Consejo Nacional Contra las Adicciones indicó que estos pasos ayudarán a tener resultados en la disminución del sobrepeso en tres años y en la reducción de enfermedades asociadas en al menos 5 o 10 años, pero de lo contrario, advirtió, el problema de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión será grave.
Aseguró que estos pasos son sencillos, como el activarse, pues no es necesario entrenar como para una competencia, sino con acciones simples como bajarse de la ruta dos cuadras antes y caminar; usar menos escaleras eléctricas y elevadores; o levantarse a realizar diversas actividades en casa y no pasar varias horas sentados frente al televisor.
En cuanto a los lineamientos para evitar la venta de comida chatarra en escuelas, expresó que el cumplimiento de los lineamientos en su primera fase es de alrededor del 60%, pero aseveró que es fundamental que padres de familia hagan que se cumplan, exijan que se lleven cabo y sobre todo que en casa se les prepare el lunch escolar de manera balanceada y saludable. Si los padres les dan dinero, los menores compran lo que se les antoja, no lo que les hace bien y por eso es fundamental promover que los niños lleven a la escuela agua natural y que los padres de familia pongan jarras de agua, no refrescos, pues de lo contrario culturalmente “pareciera para los niños que el agua es radioactiva, pues ven que sus padres jamás la toman”.
Explicó que en el siguiente ciclo escolar se debe cumplir con la siguiente fase, que contempla el no vender en lo absoluto las bebidas azucaradas y eliminar alimentos preparados fritos con aceite.
Por otra parte, consideró que ha sido interesante que las empresas han modificado sus recetas en sus productos, al quitar o reducir azúcares, sal, y muchos ya no son fritos, son horneados o asados, o se usan otras formas de cocción con menos calorías.
Reconoció que uno de los rubros que se tiene que atender en todo el país, es garantizar que en las escuelas haya agua, porque “en muchas escuelas había dos bebederos para 400 niños, entonces imagínense, se matarían por el agua, entonces es necesario que se aumente la oferta de agua en los planteles educativos”.