Aunque está a gusto en su trabajo como operador del transporte público, Gustavo Gómez a veces se arrepiente de no haber terminado sus estudios profesionales, ya que como chofer obtiene pocos ingresos, trabaja hasta 18 horas al día y en ocasiones no tiene descanso.
“Estaba estudiando la carrera en Derecho, pero lo sentí un poco difícil; no se me dio o no lo aproveché y lo dejé. Ahorita digo ‘le hubiera seguido’, porque aquí en la ‘ruta’ empezamos a las cinco de la mañana y terminamos a las nueve o diez de la noche”.
De su actividad diaria, comentó que se ha encontrado con todo tipo de personas, desde los que son amables hasta los que se molestan; sin embargo, trata de prestar un buen servicio porque “el que se enoja pierde”.
Aseguró que no le molesta respetar los descuentos a las personas con credencial del Inapam, aunque en ocasiones llega a su casa solo con 300 pesos, obtenidos en una jornada de 18 horas.
De acuerdo con el entrevistado, antes de que llegara la pandemia de covid-19 tenía empleo en una empresa, pero con la emergencia sanitaria hubo recorte de personal.
“Me dijeron que estaban solicitando chofer y fui a pedir informes. Me dieron el trabajo porque sabía manejar, pero es cansado porque no duermes bien. A veces trabajas hasta 20 días seguidos con tal de llevar unos pesos más, por eso aprovecho el tiempo que nos dan en la base para dormir al menos cinco minutos y con eso me recupero”.