Autoridades de salud insisten en eliminar desechos que generan condiciones de reproducción del mosco transmisor de dengue.
La descacharrización en escuelas se ha complicado por procesos burocráticos, pues gran parte del mobiliario que ya no sirve no ha sido dado de baja de inventarios. Mientras tanto, autoridades de salud insisten en eliminar desechos que generan condiciones de reproducción del mosco transmisor de dengue.
El director del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos, Eliacín Salgado de la Paz, informó que el proveedor que realizaba ese trabajo se había retirado por terminación de contrato y recientemente en este año se reanudó.
Sin embargo, reconoció que la tarea de eliminar de las escuelas algunos objetos que ya no se usan no es sencilla, pues en la mayoría de esos casos se trata de butacas que ya no sirven, mesas, bancos y algunos otros que no se pueden tirar simplemente.
“Sí nos falta mucho. Yo creo que hemos de llevar un 15 por ciento de avance. Nos falta mucho, pero estamos muy metidos, porque es un compromiso que hicimos y tenemos que cumplirlo”, expresó, al admitir que hay un rezago importante.
Dijo que ya se instruyó a directores para agilizar este procedimiento de dar de baja o desincorporar de inventarios esos cacharros, y en cuanto den aviso de que esté concluido, el prestador de servicios que se ocupa de los desechos o materiales acude a los planteles. De no hacer esta labor administrativa previa, podrían caer en responsabilidades, tanto directores como funcionarios de administración del IEBEM.
Estimó que en la primera etapa tardarán de dos a tres meses, pues se recogerán dichos materiales desechados en los centros escolares que ya están listos.
Dijo que se sometió a concurso la contratación de la empresa que manejará los residuos y calculó que el costo será de menos de 500 mil pesos.
Las autoridades de salud explicaron que en tanto que se desarrolla el proceso de desincorporación de dicho mobiliario, es factible que en las escuelas se realice limpieza constante para evitar acumulación de agua o huevecillos del mosco, y mantener las labores de saneamiento en el resto de los objetos no inventariados. Lo anterior para prevenir la transmisión del dengue, zika y chikungunya.