Ricardo trabaja horas extra para entregar la “cuenta”.
Ricardo Zavala trabaja como chofer de taxi y asegura que desde hace tres años dedica horas extra al volante para poder reunir el dinero para entregar la cuenta y comprar el combustible, ya que las plataformas como Uber y Didi le han quitado clientes.
En los días que considera son buenos, realiza entre 15 y 20 servicios, aunque en ocasiones con mucho esfuerzo logra hacer entre ocho y diez viajes en una jornada laboral de más de 15 horas.
A veces -dijo- espera de 40 minutos a una hora para realizar un viaje, pues cada vez son menos las personas que piden el servicio en la calle.
Aunque la disminución en la demanda del servicio afecta sus ingresos económicos, afirmó que no ha pensado dejar esta actividad porque ya tiene a su propia familia y cree que sin estudios difícilmente encontrará un empleo bien remunerado.
“No dejo el taxi porque no tengo estudios; la única opción es aquí o en la albañilería, o lo que encuentre, pero donde no pidan tantos requisitos, porque no tengo ni la secundaria terminada. Soy padre de tres hijos que dependen de mí; no me puedo dar el lujo de descansar”.
Ricardo empezó a trabajar a los 12 años de edad como chalán de albañil y, hace seis años, lo dejó para trabajar en el taxi, un oficio que -asegura- es menos cansado que cargar botes llenos de cemento.