David trabaja en el transporte desde hace ocho años
David Morales trabaja como operador del transporte público, un oficio que aprendió de su padre y con el cual ha logrado mantener a su familia.
Su trayectoria, dijo, es de ocho años, y durante este tiempo ha podido comprobar que ser chofer es una labor cansada, no sólo por las largas jornadas, sino por el tráfico y porque a veces tiene que lidiar con el mal humor de algunos pasajeros.
David sabía que manejar una “ruta” es una gran responsabilidad, y aunque su papá se lo advirtió en varias ocasiones, no logró convencerlo de buscar otro oficio.
“Mi papá decía que es un trabajo muy cansado, y aunque a veces le iba bien con el dinero, había días que no salía ni lo de la cuenta. Me decía que son muchas horas de trabajo, a veces sólo llegas a dormir y, si se puede, descansas una vez a la semana, pero me gustó este oficio y aquí seguiré porque es un trabajo honesto”.
El trabajador del volante señaló que hay días en los que con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para la cuenta y el combustible. Por ejemplo, dijo, en vacaciones escolares la demanda del servicio disminuye considerablemente, pero -afortunadamente- su patrón es comprensible y disminuye la cuenta.
Sin embargo, afirmó que seguirá al volante porque es su única fuente de ingresos y considera que, sin estudios, le será difícil encontrar un empleo bien remunerado.