Estudió la preparatoria, pero obtiene mejores ingresos como chofer.
Leonardo Gutiérrez trabaja desde hace 20 años como operador del transporte público, pues quería seguir la tradición familiar, ya que su papá también se dedicó a este oficio por más de 30 años.
Aunque terminó sus estudios de nivel medio superior, dijo que le gusta más trabajar como chofer porque obtiene mejores ingresos económicos que en una fábrica, donde el pago es semanal o quincenal.
Leonardo señaló que ha trabajado en tiendas de conveniencia; sin embargo, siempre regresa al volante porque es su pasión y un oficio que aprendió de su padre. Además, aunque la temporada esté baja, afirmó que a diario llega a su casa con al menos 200 pesos libres.
“Me gusta mucho manejar, pero a veces me canso o me aburro porque siempre es lo mismo. Entonces me salgo y busco otro trabajo, pero siempre regreso a la ‘ruta’ porque es un trabajo noble; puedes salir sin un peso y al rato ya tienes para el almuerzo”, comentó
Leonardo es padre de familia de dos hijos, a quienes –indicó– les inculca el estudio para que tengan una mejor calidad de vida, pues en estos años ha podido comprobar que el trabajo informal es pesado.
En su opinión, ser chofer es una forma honesta de ganarse la vida, aunque también es una labor cansada y estresante porque trabajan jornadas de más de 15 horas diarias y en ocasiones descansan una vez al mes; además hay días en los que no tienen tiempo ni para comer porque hay pocas unidades en circulación.