Tras varios años de funcionar desde casa, la empresa está por cumplir el primer aniversario de su sucursal.

Love Cake es un emprendimiento que literalmente se “horneó” en casa, y en ese espacio se mantuvo por algún tiempo hasta que su creadora decidió tomar el reto de abrir su primera sucursal.

“Para mí es un sueño en el que he trabajado durante bastante tiempo. La verdad es que empecé en casa, aprendiendo a hacer pasteles, desde el 2014, y en el 2016 empecé a venderlos, ya como un pastel de diseño”, narró su directora general y fundadora, Alondra Sevilla. 

Ser mamá y la necesidad de administrar su tiempo fue otro de los motivos que animaron a Alondra a emprender. 

“Cuando eres mamá, te falta el tiempo, entonces yo dije: tengo que hacer algo para que también pueda disfrutar a mis hijos, que tengo dos, entonces creo que de ahí partió mucho el decir: sí voy a aventarme. Aunque la verdad, a veces decimos: vamos a tener mucho tiempo, pero en realidad, no. Pero bueno, ya vas aprendiendo en el camino a manejar todos esos espacios y darte el tiempo para ti, para tu familia, para tu trabajo”.

El apoyo de la familia es un punto medular en esta historia de éxito empresarial.

“Mi esposo siempre es así de: tú puedes, tú hazlo, sé independiente. La verdad es que él me ayuda mucho, me apoya y los dos nos organizamos. Esa es una parte bien importante.

Superar sus miedos, la dedicación y constancia, han sido la guía para que Love Cake Cuernavaca se convierta en lo que su creadora denomina como “su proyecto de vida”.

“La verdad es que jamás imaginé lograr que me quedara un pastel, menos una figurita. Yo decía: nunca me va a quedar. Siempre me llamó la atención hacer pasteles, porque cocinar no, definitivamente, pero hacer pasteles sí. Entonces cuando vi que lo logré, dije: estaría súper padre empezar mi negocio, mi proyecto; y eso se ha convertido en un proyecto de vida.

Como en muchos sectores de la economía, la pandemia ha sido uno de los principales retos para Love Cake. Sin embargo, la fidelidad de sus clientes y el prestigio que ha ganado con la calidad de sus productos, hizo que se mantuviera a flote.

“Creo que tuvimos buena respuesta de la gente que ya nos conoce de años, que no dejó de festejar, porque empezó a hacer como fiestas chiquitas en su casa y entonces ya no era un pastel grande, pero era uno chiquito y al final del día pues el día a día se fue dando y seguimos permaneciendo en el gusto de los clientes”, refirió. 

Abrir su primera sucursal también significó retos, pues además producen toda su materia prima. Próximamente cumplirán su primer año establecidos en la colonia Flores Magón, de Cuernavaca.

“Yo creo que en cada cosa que hay, en cada detalle que hay en nuestra tienda, en nuestras bebidas y todo, es con todo mi corazón, con toda mi creatividad que puedo encontrar. Con cada pastel que nos piden, yo digo: amo todo lo que hago”.

Además de crecer su menú de productos, también diversificó sus servicios. “Hacemos la pastelería de diseño, que es nuestro principal producto, mesas de postres, de dulces, de quesos, manejamos decoración con globos, ya tenemos la barra de snacks, la barra de esquites, tenemos varios servicios. También podemos organizar su fiesta de cero, tenemos nuestro servicio de wedding planner, para todo tipo de eventos, desde cumpleaños, hasta una gran boda”.