La partida del sumo pontífice Francisco ha conmocionado a millones. La mañana del lunes 21 de abril la noticia de su fallecimiento sacudió al mundo entero. Su emblemática imagen ha dejado un legado de momentos memorables, como lo fue su estancia en México en el año 2016. Recordemos aquel recorrido en el que visitó cinco estados en seis días.
Durante su viaje al Vaticano en junio de 2014, el entonces presidente Enrique Peña Nieto invitó al pontífice a visitar México, pero no fue hasta el 12 de diciembre de 2015, en el día de la Virgen de Guadalupe, que durante una misa en el Vaticano, el papa Francisco hizo oficial el anuncio de su viaje apostólico a México.
El viernes 12 de febrero de 2016 arribó al Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las 19:15 horas. Fue recibido por el exmandatario Enrique Peña Nieto y la entonces primera dama, Angélica Rivera. Entre porras, mariachi y feligreses llenos de entusiasmo, así fueron los primeros momentos del papa al pisar territorio mexicano. Posterior a esto, abordó el famoso papamóvil con destino a la sede de la nunciatura apostólica.
Al día siguiente asistió a una ceremonia de bienvenida oficial en el Palacio Nacional, en su carácter de Jefe de Estado; más tarde se reunió con los obispos en la Catedral Metropolitana. Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la capital del país en ese momento, le otorgó las llaves de la ciudad. Esa misma tarde, el papa encabezó una misa en la Basílica de Guadalupe, al menos 50 mil personas esperaban en el recinto.
Durante el domingo, el pontífice sobrevoló la zona arqueológica de Teotihuacán y se dirigió a Ecatepec para ofrecer una misa en El Caracol, un predio de dos mil hectáreas; 400 mil fueron los asistentes a dicho evento.
Para el día siguiente, el destino fue San Cristóbal de las Casas, Chiapas. La Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres fue la sede de la misa dedicada a los pueblos indígenas. Aquí, el papa pidió perdón por el trato injusto de la Iglesia católica en el pasado, además de oficializar el uso de las lenguas originarias en ceremonias religiosas.
Michoacán fue el siguiente estado en la lista, específicamente la ciudad de Morelia. Ahí, el martes 16, la máxima autoridad de la Iglesia se reunió con jóvenes y familias. Este mismo día sucedería un pequeño incidente, en el que uno de los asistentes tomó por el brazo de forma incontrolada y con fuerza al papa, a lo que él respondió con la frase: “no seas egoísta”.
Finalmente, el 17 de febrero, en Ciudad Juárez, acudió a una prisión y celebró una misa en un sitio llamado El Punto, ubicado a unos metros de la frontera con Estados Unidos. Bendijo una cruz dedicada a los migrantes. El discurso también fue televisado y transmitido en el estadio Sun Bowl, en El Paso, Texas. Un momento histórico, al ser la primera misa binacional realizada por un papa.
Grandes recuerdos y momentos entrañables son los que quedan de aquella visita papal, la séptima en la historia de nuestro país, ya que las primeras cinco fueron de Juan Pablo II y la sexta de Benedicto XVI. La primera y última visita del papa Francisco, el primer papa latinoamericano, dejó una remembranza única para el pueblo mexicano.