En su oportunidad, el alcalde capitalino quien estuvo acompañado por los secretarios del Ayuntamiento, Gerardo Ávila García; de Turismo y Fomento Económico, Ángel Adame Jiménez; de Desarrollo Urbano, Obras y Servicios Públicos y Medio Ambiente, Rafael Rubio Quintero, y por la titular de la Contraloría Municipal, Araceli González Verazaluce, significó que la producción de ornamentales en Cuernavaca genera una importante derrama económica para la ciudad, además de que fortalece la generación de poco más de mil 200 empleos directos, por lo cual su gobierno tiene la firme determinación de impulsar las acciones y programas a favor de los productores de ornamentales.
A su vez, Leoba Morales, en representación de los productores de Tetela del Monte, hizo un relato histórico de esta planta, la cual se exporta a diversas partes del mundo desde Cuernavaca.
La cuetlaxóchitl, como la llamaban los aztecas, es nativa de América Central y México. Su nombre en náhuatl es "tlazóchitl" o "cuetlaxóchitl" que significa "flor que se marchita". Usaban el jugo lechoso y blanco para elaborar una medicina contra la fiebre, así como el extracto de brácteas (mezclado con resina de pino) para teñir de rojo escarlata artículos de cuero, tela y cosméticos.
Año con año, la flor de nochebuena adorna los hogares de los mexicanos durante la época navideña, algo que sin duda proporciona ambiente y calor durante estas fechas en las posadas y reuniones familiares.
De acuerdo con los productores de nochebuena en Cuernavaca, este año se tiene una producción total de 800 mil macetas que se comercializan a distintas partes del mundo, lo cual habrá de dejar una derrama económica superior a los 20 millones de pesos.
En el X Festival de la Nochebuena, se pretenden comercializar 80 mil de estas plantas, además de promover otro tipo de ornamentales. Al respecto, Alejandro Gutiérrez Gómez, presidente del sistema producto de ornamentales en la capital morelense, agradeció a nombre de sus agremiados el apoyo brindado por el alcalde Sánchez Gatica por permitirles ocupar un espacio en el centro de la ciudad para comercializar la nochebuena, acción con la que se fortalecerá su economía familiar.