En el mes de agosto pasado, Jorge Julián González Ruiz, jefe del programa de Fomento Pecuario y Salud Animal de la Sagarpa, explicó que la dependencia federal debía ser notificada por las autoridades de salud que realizaron el operativo en Cuernavaca, para iniciar con la investigación del origen de la carne y detectar el rancho o los ranchos de donde provino el ganado para establecer las sanciones que marca la normatividad.
Al respecto, María Guadalupe Guerrero Córdova, delegada en Morelos de la Sagarpa, dijo que fueron solicitados los nombres de los productores que introdujeron los animales al rastro de Cuernavaca, “y ya se realizó una visita y se tomaron muestras tanto de alimentos como de los animales que ahí encontramos y estamos en espera de los resultados que nos arrojen estos análisis”.
-¿Se sabe de dónde provienen?, se le interrogó a la funcionaria.
-“Sí, señor”, contestó. Al insistir que revelara el origen del ganado contaminado, Guerrero Córdova afirmó que no era posible darlo a conocer por esperar los resultados del análisis de manera “fehaciente”.
“A mí no me gustaría dar a conocer sin tener el sustento. Estamos haciendo las revisiones y probando en campo que es la parte que nos toca a la Sagarpa, y en cuanto tengamos estos resultados, los vamos a dar a conocer. Fue un operativo conjunto que hicimos con la PGR”.
Finalmente comentó que las sanciones son hasta cárcel para los responsables. Sin embargo, se determinará caso por caso, al adelantar que entre los ranchos que se encuentran bajo supervisión algunos son del estado de Morelos.
Cabe recordar que la clausura del rastro de Cuernavaca en el pasado mes de agosto fue porque el 60% de la matanza estaba contaminado con clembuterol, es decir, 32 de 48 reses dieron positivo en el análisis de la sustancia prohibida.