En conferencia de prensa, vecinos de dichos poblados ubicados en la región oriente de Morelos, cercana a los límites con Puebla, dijeron estar dispuestos a parar por su propia mano las obras, pues acusan que este proyecto no fue consensuado y consideran que sería un peligro.
Refirieron que de acuerdo con la información que han recabado, el gasoducto iniciaría en Tlaxcala, pasaría por Puebla, por varios municipios de Morelos, hasta llegar a la citada planta que construye la empresa española Elecnor, junto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el gobierno de Morelos. El conducto mediría alrededor de 159 kilómetros de longitud y transportará, aseguraron, gas natural, una línea eléctrica de 20 kilómetros a Yautepec y un acueducto que llevará aguas negras tratadas para el sistema de enfriamiento hasta el sur de Cuautla.
Afirmaron que dicho proyecto fue suspendido hace seis años en Puebla y Tlaxcala, pero en Morelos tuvieron conocimiento de que comenzó en Jantetelco, donde aseguran ha habido división, pues los representantes del proyecto les han comunicado que algunos pobladores y ejidatarios ya aceptaron el firmar un acuerdo de renta de los predios, por 25 años, con un monto diferente, de acuerdo a la negociación que los propietarios de la tierra aceptan o alcanzan a negociar. Denunciaron que además, a quienes presuntamente ya les habrían pagado, no les han entregado la documentación firmada que les dé certeza legal a lo que hubiesen acordado.
Conforme a la versión de los inconformes, en el municipio de Jantetelco el paso del gasoducto se encuentra sólo a 100 metros de distancia de donde hay viviendas, pese a que se trata, aseguraron, de una zona sísmica.
Refirieron que de acuerdo con información del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), 23 kilómetros de dicho conducto quedarían dentro de la zona de riesgo por el volcán Popocatépetl, por lo que se habría determinado “improcedente su construcción, pues representa un peligro significativo para las comunidades que habitan la región de los volcanes”.
Jaime Domínguez de la comunidad de Amilcingo, Gerardo Almada Medina de Jantetelco, entre otros inconformes, señalaron que las comunidades, en su mayoría rechazan el proyecto, y han expresado su determinación de evitar la obra, pero acusaron que las autoridades a la fecha han hecho caso omiso a sus solicitudes de diálogo.
Refirieron que por ello, los ejidatarios y residentes de la zona estarían dispuestos a detener la obra y han pedido la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), para que visitadores estén presentes y evitar “actos de represión” en un momento dado.