En adición a la realización del testamento, la delegación de la Condusef en Morelos, recomienda verificar cómo y a quién pueden designar como beneficiario en una cuenta bancaria o en una aseguradora, resaltando que en el caso de los bancos, se puede designar como beneficiario a cualquier persona física o moral, pero si se trata de una persona física que es menor de edad, deberá existir una persona que se haga cargo del manejo de los bienes del menor hasta que éste sea mayor de edad.
Una vez que se compruebe plenamente que el titular de la cuenta ha fallecido, el beneficiario puede acudir al banco para que se inicien los trámites para la entrega de las cantidades correspondientes. En el contrato celebrado con el banco, el titular de la cuenta establece los porcentajes que serán entregados a cada una de las personas que designó como beneficiarios.
Cabe resaltar que en este contexto, es el artículo 56 de la Ley de Instituciones de Crédito el que indica que en caso de fallecimiento del titular, la institución de crédito entregará el importe correspondiente a los beneficiarios que el titular haya designado expresamente y por escrito para estos fines.
En el caso de que un titular no haya dejado testamento, deberá iniciarse un juicio llamado sucesión legítima, en el que un juez dictará una sentencia indicándole al banco quiénes son los herederos legítimos del titular de la cuenta para que les entregue el restante de las cantidades que se encuentran aún depositadas en la cuenta, de acuerdo a lo que a cada uno por sucesión legítima le corresponda.
En cuanto al cobro de seguros, éstos también cuentan con requisitos y alternativas para poder cobrarlos en caso de que no se haya dejado testamento y para mayores detalles, la Condusef puede dar asesoría o bien a través de la página de internet se puede consultar.
Cabe señalar que el dejar un testamento y documentación en orden son acciones que se deben emprender para evitar problemas familiares fuertes y dejar en condiciones a quienes podrán hacer uso de esa herencia, finalizó la institución encargada de cuidar los intereses de los usuarios de servicios financieros.