Como Esther, cientos de mujeres y hombres -en su mayoría menores de edad- son obligados a trabajar en la zona de bares y centros nocturnos que se ubican en el bulevar Cuauhnáhuac y en la carretera federal a Cuautla.
Afortunadamente Esther fue rescatada y ahora, ya con 21 años de edad, continúa estudiando y se encuentra en proceso de rehabilitación física y mental, sin embargo los días previos a su rescate fueron, como ella dice: “un suplicio”.
Originaria de Tlaxcala, fue sustraída con engaños con la promesa de un futuro mejor, un buen trabajo y sobre todo un buen sueldo. No fue así. Primero la llevaron a Poza Rica, en Veracruz y finalmente a Morelos, lugar en donde pasó los peores momentos de su vida.
Su cuerpo era ofrecido a hombres en la zona conocida como “Las Vegas”, que se identifica por un espectacular mostrando la imagen de una mujer vestida de vaquera, hay muchos bares, entre ellos el Texasnet, La Perla, La Sonia, La Escondida y el Río Escondido. Es en esos lugares donde comerciaban con Esther, pero no sólo eso, también ahí la obligaron a transportar droga de un estado a otro.
Un Tampax metido en su vagina, al cual le retiraban el algodón y le introducían grapas de cocaína y de piedra, era el instrumento para llevar la droga, alrededor de 20 a 30 bolsitas por traslado.
Además recibió maltrato físico: su cuerpo muestra las evidencias de cómo decenas de cigarrillos fueron apagados en su espalda. Lo peor ocurrió cuando presenció el asesinato de dos jovencitas de 16 y 12 años, después de ser violadas por los denominados “padrotes”.
Como la de Esther, hay muchas historias que no pueden ser contadas, por la simple razón de que no hay denuncias de por medio.
Morelos sin acciones contra la trata
De acuerdo a la fiscal especial de la Procuraduría General de la República para los delitos de violencia contra las mujeres y trata de personas, Nelly Montealegre Díaz, en lo que va del 2012 sólo se presentaron dos denuncias procedentes de Morelos por el delito de trata de personas, ambos de mujeres de 15 y 16 años de edad, que tuvieron que ser sacadas de esta entidad y protegidas por la federación en refugios de máxima seguridad.
En esta entidad, no hay cultura de la denuncia, pero tampoco acciones en contra del delito de trata de personas, aun cuando la ley obliga a la autoridad a investigar y ejecutar acciones sin que exista una denuncia de por medio, señaló Rosy Orozco, presidenta de la asociación “Unidos Hacemos la Diferencia”, plataforma integral para la lucha contra la trata de personas.
Ambos personajes fueron entrevistados en la entidad, justo en el bulevar Cuauhnáhuac, zona identificada con el mayor número de negocios de giro negro en Morelos, en donde hay evidencias de trata de personas.
La activista mostró su impresión ante los anuncios instalados en una de las avenidas de mayor tránsito del estado, como es Cuauhnáhuac, donde se ofertan a seres humanos y donde no hay duda de que se registra la trata de personas.
“Hay una ignorancia y una indiferencia de parte de las autoridades, que no hacen operativos para cerrar esos lugares donde hay niñas víctimas de ese delito”, afirmó.
“En Morelos ni siquiera existe un diagnóstico de ese fenómeno. En julio de este año se solicitó al gobernador Marco Adame Castillo y al ex procurador Pedro Luis Benítez Vélez, que emprendieran acciones para combatir ese delito y fueron omisos”, añadió Rosy Orozco.
“Confío en que el gobernador Graco Ramírez Garrido, cumpla el compromiso hecho previamente con su agrupación y sí actúe en contra de la trata”.
“No es posible que la autoridad sea indiferente al dolor de padres y madres procedentes de otros estados que acuden a Morelos, a unos pasos de donde nos encontramos, en busca de sus hijas que son obligadas a 20, 30 y hasta 40 relaciones sexuales diariamente”.
Urgió a levantar la voz a favor de niños y niñas que son vendidos, utilizados como objetos, pues advirtió que la trata de personas está ligada al narcotráfico y al crimen organizado, por lo que no se puede dejar crecer ese fenómeno.
Nelly Montealegre dio a conocer el número de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas 01 800 008 5400 para que realicen las denuncias, incluso de manera anónima.