Con el argumento de que compraron mucha mercancía y las ventas este fin de año no fueron altas, locatarios de las plazas Lido y Degollado pidieron al gobierno municipal la autorización para vender sus productos en la vía pública, con la esperanza de recuperarse económicamente.
El gobierno capitalino accedió a la petición y otorgó permisos para los días 25 de diciembre y primero de enero a los más de 200 vendedores semifijos de dichos centros comerciales, para que colocaran sus puestos sobre las banquetas de las calles Guerrero y Degollado.
De acuerdo a la secretaria del Ayuntamiento, Cristina Ríos Meraza, dichos permisos sólo aplicaron para esos días, desde las ocho de la mañana y hasta las seis de la tarde.
“Llegamos a un acuerdo con los vendedores, atendiendo las necesidades por la disminución de las ventas. No fueron lo que esperaban y es necesario apoyar a ese sector de la población”, expresó la funcionaria.
Sin embargo, la noticia no fue bien recibida por el comercio establecido del Centro Histórico, quienes consideraron que el gobierno es condescendiente con quienes no pagan impuestos, quienes además representan un comercio desleal al momento que no ofrecen garantía en la mercancía y los productos que ofrecen a la venta son de los denominados “piratas”, significando un riesgo para los consumidores.