El incendio que según la autoridad fue iniciado por un descuido de uno de los jóvenes, se registró el pasado primero de marzo cuando arrojaron una colilla de cigarro a un montículo de hojarasca, según declaró uno de los guardabosques que asegura se percató del incidente.
La fiscalía adscrita a la Subprocuraduría Metropolitana manejó la teoría que si no se hubiese arrojado la colilla, no hubiese iniciado la conflagración en la que perdieron la vida el regidor Miguel David Rodríguez Bello y el empleado de Protección Civil Rafael Cortés Jiménez, además de que otros tres voluntarios resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado.
Además, dijo que si bien uno de ellos es el responsable por arrojar el cigarro, los otros dos no hicieron nada para impedir la conducta de su amigo, por ello pidió vincularlos a proceso por el delito de coautoría.
Los jóvenes a los que la PGJE les formuló la imputación, son Alejandro López Laureano, y los hermanos Ángelo Carlos y Emmanuel López Jiménez, pero según el fiscal fue el primero de ellos el que está identificado como la persona que arrojó la colilla. “Su señoría, además los exámenes toxicológicos nos muestran que los jóvenes estaban bajo los efectos del alcohol”, indicó la representante social.
De acuerdo a la formulación de imputaciones, al encontrarse en la zona protegida del Tepozteco, cinco jóvenes se metieron a una zona prohibida para el público en general y ahí fueron vistos por un guardabosques, quien les dijo que era peligroso fumar en el lugar y uno de ellos tiró el cigarrillo en la hojarasca sin tomar ninguna precaución para evitar la tragedia.
Los estudiantes fueron detenidos varios metros después del lugar por la Policía Preventiva Municipal, después de que el guardián del bosque reportó a la autoridad que estos habían provocado un incendio. Otros dos menores de edad también fueron detenidos, pero estos fueron entregados a un juez de Justicia para Adolescentes.
El regidor, el empleado y otros voluntarios fueron a sofocar el incendio en el que murieron dos personas y tres más resultaron con quemaduras graves.
Tras escuchar los cargos, el juez de Control determinó que no podía vincular a los detenidos a proceso por homicidio culposo, pero en el caso de Alejandro, sí consideró que se debe iniciar un juicio en su contra, pero el delito por el que se le acusa no rebasa los dos años de prisión. En cuanto a la coautoría, el juez consideró que esta no se puede dar cuando se trata de más de uno y en este caso eran dos, y para ello citó jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Al término de la audiencia, los familiares consideraron que se intentó cometer una injusticia, pues aseguran que trataron de llevar a juicio a los jóvenes porque el Ayuntamiento pretende evadir el pago que por ley está obligado a entregar a los deudos de las dos víctimas.