El rector de la UAEM explicó que el cuerpo académico de la Facultad de Psicología realiza un estudio enfocado a las condiciones estructurales de la violencia en la adolescencia. "Varios investigadores han observado que la marginación, la falta de empleo y la pobreza, son de las cosas que dan una perspectiva de indefensión y de imposibilidad de conservar el entorno a su condición de pobreza y marginación", dijo.
Expuso que las personas con menor dominio del entorno no se sienten capaces de influir en él y, por lo tanto, se perciben con menores niveles de satisfacción y honestidad; otra de las consecuencias de la marginación es el desarrollo de estrategias para fomentar la realidad, que gira en torno a niveles de incertidumbre, inseguridad, conformidad y empatía.
"Las condiciones socioeconómicas bajo la marginación y la exclusión también influyen en la perspectiva de futuro que, según los sabedores, ha estancado a muchos jóvenes por las dificultades socioeconómicas de la familia y del país", enfatizó.
Vera Jiménez comentó que posiblemente muchos de los que se inmiscuyen en la delincuencia se han habituado a la violencia estructural que han vivido, es decir, que al volverlos inmunes al sufrimiento humano, son capaces de acciones atroces bajo un marco de violencia individualista y sin valor.