El presidente de esta organización, Jorge Yamadá Landa, expresó que cuando un vehículo se descompone en la vía pública es causa de infracción y, asimismo, es llevado a un corralón para que no provoque problemas de tráfico, lo que les genera gastos de entre 400 y 800 pesos.
Por este motivo, indicó que en cada una de sus bases -que se ubican en las colonias Lomas del Carril de Temixco y Milpillas de Cuernavaca- cuentan con personal capacitado que verifica que los vehículos estén en buenas condiciones y que los choferes no tengan vencida o infraccionada su licencia de manejo.
“Parte de nuestra cultura es la prevención, porque de esta manera podemos evitar gastos innecesarios y, asimismo, dar un servicio de calidad a la ciudadanía. Autotransportes Generación 2000 busca distinguirse por esto y parece ser que lo estamos logrando, porque difícilmente registramos infracciones”, manifestó.
Yamadá Landa también atribuyó lo anterior a la disposición que tienen sus agremiados para dar mantenimiento a sus unidades, estar pendientes de que sus choferes respeten los señalamientos viales y conduzcan con moderación.