Por lo anterior, pidieron a legisladores que hagan una reforma para dar mayor libertad en el uso de dinero, acorde con las necesidades de cada plantel.
Tal es el caso del comité de la Escuela Primaria “Juan Enrique Pestalozzi”, una de las más numerosas y de mayor tradición, ubicada en el Centro de Cuernavaca, que llamó a los diputados locales a intervenir para eliminar lagunas de la norma que impiden que este recurso sea aprovechado de la mejor manera.
Los representantes de los papás de dicha primaria recordaron que la ley mencionada fue aprobada desde el año 2010 y publicada desde 2011; contempla que se debe entregar a las escuelas el monto equivalente a tres salarios mínimos por cada estudiante matriculado y se etiqueta en qué se puede gastar ese fondo.
Los paterfamilias pidieron a legisladores que pongan mayor atención, porque si la intención es eliminar la necesidad de aportaciones económicas de las familias de los estudiantes, no se cumple, ya que el dinero no alcanza para cubrir todas las necesidades que enfrentan.
Además de que el monto es limitado, las autoridades educativas –expusieron– se tardaron mucho tiempo en liberar los recursos, los cuales debieron entregar al inicio del ciclo escolar. Encima de lo anterior, revelaron que la propia dirección de la escuela les informó que si para el día 15 de julio ese dinero no se ha utilizado, tendrá que ser devuelto al Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM).
Recalcaron que las propias reglas en materia contable y de fiscalización indican que cada gasto debe ser comprobado con facturas y hasta con tres presupuestos.
Desde el inicio del curso fue necesario hacer gastos en reparaciones tales como llaves, excusados, cambio de vidrios y mantenimiento de losas, porque en el caso de la Primaria “Pestalozzi”, son de petatillo y la construcción tiene 87 años de antigüedad, de tal suerte que una de sus prioridades es la impermeabilización.
El presidente del comité, Juan Hetziquio Rodríguez, comentó que por los argumentos ya expuestos, lo más probable es que de nueva cuenta los padres tengan que aportar dinero como cooperación para este rubro de mantenimiento, que la ley no considera.
Cabe señalar que la legislación –en los lineamientos correspondientes– estipula con claridad los gastos en los que se puede usar el dinero de esta partida, entre ellos la compra de líquidos de limpieza, trapeadores, jergas, palas, picos, carretillas, máximo dos cubetas de pintura, cuando mucho cinco pizarrones y cinco escritorios.
No está permitido aplicar ese dinero para otros aspectos que los padres de esta primaria consideren más útiles, como pintura para todos los salones y butacas o el ya citado impermeabilizante.
Por lo anterior, opinó que los diputados deberían analizar una reforma a la legislación en la materia, asignar más dinero a la educación en este rubro y permitir mayor libertad en el uso de ese dinero, acorde a las necesidades de cada escuela.
Hetziquio Rodríguez calculó que a esa institución educativa le corresponderán alrededor de 130 mil pesos, pero hasta hace poco fue liberado en la cuenta bancaria y la advertencia del IEBEM es que si no se gasta antes del 15 de julio, se tendrá que devolver y se tiene que comprobar.
Si se utiliza en otros conceptos se tendría que regresar y podría haber sanciones para quienes lo hayan gastado, es decir, tanto padres de familia como directores.