Con esta procuraduría, aseguró Paul Vizcarra, “habrá mayor posibilidad de que las autoridades actúen en contra de personas que llegan a la capital morelense, provenientes del Estado de México, que desmantelan refrigeradores y que indebidamente dejan escapar el gas a la atmósfera, y tiran el material aislante y plástico en barrancas y ríos”, lo cual podrá ser denunciado por la sociedad que diariamente observa diversos delitos que se cometen en contra del medio ambiente a nivel estado, ya que la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), además de que no se da abasto con su propio trabajo, “sólo atiende delitos ambientales que tengan que ver con el ámbito federal”.
Esta nueva procuraduría atiende lo establecido en el artículo cuarto constitucional, “donde se establece como derecho humano fundamental el que toda persona pueda gozar de un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”, precisó Paul Vizcarra.
“En el estado proliferan basureros clandestinos de desechos sólidos, descargas en los acuíferos que afectan la calidad del agua y emisiones altamente contaminantes de gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global incumpliendo la normatividad ambiental, entre otros”, continuó el empresario dedicado al cuidado del medio ambiente.
En este contexto, Vizcarra Ruiz exhortó a la nueva Procuraduría de Protección al Ambiente del estado para “que verifique a los conductores de vehículos que vienen procedentes del Estado de México y que bajan por las lagunas de Zempoala para llegar a Cuernavaca, donde se dedican a comprar fierro, aluminio y en especial refrigeradores, y cuando los desmantelan lo hacen al aire libre, liberando contaminantes a la atmósfera en perjuicio del calentamiento global, como es el gas refrigerante cuando cortan los tubos de cobre, además del aceite dieléctrico del motor para sacar el cobre de dicho motor, lo tiran al suelo y éste pasa a los mantos freáticos contaminando la calidad del agua subterránea en Morelos”.
Además de ello, dijo que “el material aislante y plástico del refrigerador que no les sirve, como es el poliestireno extendido (sic), lo tiran en ríos, barrancas o en el bosque, en las cercanías o alrededores de las lagunas de Zempoala cuando van de regreso al Estado de México”.