Bailando, cantando, tocando algún instrumento, o haciendo gala de algún otro talento, los alumnos de dicha institución educativa demandaron que se asignen mayores recursos para el próximo ejercicio fiscal.
Se apostaron en la banqueta frente al Jardín Borda, donde más tarde se desarrolló un evento oficial. Incluso colocaron en el sitio barras de salón de ballet, bancas para coro, con cajón flamenco y bancos de resonancia para danza.
Mientras algunos tocaban el violín, otros portaban pancartas con leyendas tales como “apoyo para el CMA”; “la escuela pública más cara del país”, “es escuela del gobierno, con cuotas semestrales de $5000 semestrales” y “No cierren nuestra escuela”.
El vocero Alberto Mora Delgado expresó que hay muchas carencias en el centro, desde el mantenimiento, hasta la falta de materiales, así como los bajos sueldos a los docentes, a los que no se les pagan ni los viáticos, pese a que muchos vienen del Distrito Federal “por amor al arte”, pero han renunciado “porque no se les paga ni el autobús”.
Criticaron que se invierta mucho más dinero en mega conciertos que en la formación de artistas que realmente están comprometidos con la entidad, pues en esa institución estudian más de dos mil jóvenes y niños en licenciaturas, posgrados y escuelas de iniciación, y hay más de 200 maestros.
Con el fondo de música hecha con los pies, gargantas y manos, reclamaron que su colegiatura es muy cara, pues pagan cinco mil pesos semestrales, más el costo de inscripción, más los gastos por transportes y costos de instrumentos, vestuarios y demás rubros.
“Hay universidades públicas en el país que pagan 200 pesos al año; en un solo semestre llegamos a invertir lo que otra persona podría erogar en toda su carrera de cuatro o cinco años. Por eso se nos hace inconcebible. Porque encima tenemos el riesgo de quedarnos sin maestros de calidad porque muchos ya no quieren dar clases”, abundó, al tiempo de señalar que se necesita mantenimiento, por ejemplo, en los salones de danza, donde si el piso está en malas condiciones arriesgan el cuerpo.
Además, argumentaron que hasta ahora han mostrado que el CMA tiene buen nivel, de hecho es de las pocas instituciones que tienen por ejemplo licenciatura en Pedagogía de la Danza Folklórica, además de tener dos maestrías.
Mientras que los estudiantes se manifestaban artísticamente, el Ejecutivo estatal ingresó al Jardín Borda, donde se desarrollaba un evento oficial. Les saludó agitando la mano y siguió su camino.
“Los maestros no tienen plaza, seguro médico, prestaciones, por eso entendemos que aunque sean muy buenos, no pueden estar así y tenemos que enseñar que sí se puede vivir del arte”, señaló el vocero.
El presupuesto es el mismo desde hace muchos años, aunque la matrícula se ha triplicado.
Los alumnos esperaron en el lugar, realizando diversas expresiones artísticas, lo que provocó que se redujera a un carril la circulación de la avenida Morelos, pero nunca bloquearon el paso.
Luego de que al ingresar la comitiva del gobernador fueron ignorados, los jóvenes cambiaron su postura en el momento de la salida. Cuando el Ejecutivo salió del Jardín Borda, pasó entre ellos sonriendo –en algún momento les hizo la señal ya conocida como “me gusta” levantando el pulgar de la mano– y siguió su marcha hasta abordar la camioneta que ya lo aguardaba en la calle Hidalgo. Los manifestantes lo siguieron al grito de “apoyo para el CMA”, “que hable, que hable”..
Fue la secretaria de Cultura, Cristina Faesler Bremer, acompañada del rector del centro, Luis Lavat Guinea, la comisionada para quedarse a tratar de hablar con los alumnos, quienes le demandaron atención y diálogo. Se acordó que el próximo jueves habrá una mesa de trabajo en las instalaciones del centro.
En entrevista previa, Lavat Guinea señaló que efectivamente, el Centro Morelense de la Artes tiene el mismo presupuesto oficial desde hace varios años y no sería justo e incluso sería “aterrador” que la institución tuviera que afectar algún programa y a todos esos jóvenes que confiaron en la institución para estudiar y obtener un título profesional, con reconocimiento de calidad, por falta de dinero, porque se trata de un derecho.
El directivo –quien es maestro fundador del centro– mencionó que desde hace 18 años se fundó la escuela de artes y jamás han dejado de tener alumnos porque sus programas y maestros siempre han sido muy buenos.
Cuestionado sobre el presupuesto, expuso que anualmente, el centro recibe, desde hace varios años, 15 millones de pesos, más cinco millones que ingresan por colegiaturas de los estudiantes. Informó que hasta ahora no les han comentado nada con respeto al monto asignado para el ejercicio fiscal 2015.
Comentó que la semana pasada buscó el apoyo de legisladores locales para este rubro, pero no tiene noticia sobre la respuesta.
“Lo que pagamos a los maestros es muy poco y por el tipo de formación que ofertamos, tenemos que traer a maestros del Distrito Federal y muchos han renunciado porque lo que les pagamos de viáticos, ni siquiera cubre el monto que gastan en el autobús”, admitió el funcionario, al indicar que hay cerca de 25 docentes que vienen desde la ciudad de México y las condiciones de los que vienen de otros lugares de Morelos son similares.
Lavat Guinea rechazó contundente que haya indicios de que se vaya a cerrar el centro, pero manifestó que comprende el temor de los estudiantes porque no se recibe mayor presupuesto.