El interno fue encontrado sin vida en su celda, días después de que fue detenido por elementos de la entonces Policía Ministerial, ya que junto con otros dos sujetos acusados de secuestro, escaparon de la cárcel utilizando una cuerda fabricada con rafia para escalar una barda de más de cinco metros de altura.
Desde enero pasado, 15 internos que compartieron celda con la víctima enfrentan un juicio por el homicidio, pero el caso tomó otro giro cuando los familiares declararon que escucharon “a un hombre vestido de azul que iba a matar al interno”.
De hecho el pasado viernes por la noche Jesús Valencia Valencia -coordinador de Reinserción Social del gobierno del estado cuando el hombre fue asesinado- tendría que comparecer ante el juez de Control y Juicios Orales, pero trascendió que los abogados de los reos se desistirán de su declaración, pues la teoría del caso está fortalecida, y creen que el homicidio no fue cometido por ninguno de los reos, como afirmó en su momento la Fiscalía General del Estado (FGE).
La semana pasada rindió su declaración ante el Tribunal de Juicios Orales Mario Solís López, quien en aquel entonces era el director del Penal de Atlacholoaya, y quien reconoció que recibió de manera verbal de su entonces jefe (el coordinador general) la orden de aislar al reo, que fue atrapado en el estado de Guerrero, tras haberse fugado con otros dos hombres.
La respuesta del funcionario es que él no aisló al preso, porque para ello tenía que haber recibido la orden por parte del Consejo Técnico Interdisciplinario, pero lo anterior fue objetado por los defensores de los reos, que señalan que tenía que haber sido él quien de manera inmediata tomara la decisión.
De acuerdo a la declaración que rindió ayer una médico legista ante los jueces, Hilario Montero Montes llegó al Penal de Atlacholoaya golpeado, y su estado de salud era crítico.
La doctora reconoció que presentaba huellas de tortura, tenía costillas rotas, quemaduras en la espalda, y una severa infección intestinal, por lo que tuvo que haber sido aislado del resto de la población, ya que su estado de salud hasta antes de ser asfixiado era muy crítica.