La tradicional Noche de las Estrellas se celebra desde el 2009 y es una fiesta Astronómica que se realiza a nivel nacional con gran éxito. En el 2014 se festeja dentro del marco del año internacional de la cristalografía y los 400 años de las observaciones de Kepler. Tiene por objetivo el construir una cultura científica a través de la observación Astronómica.
Al lugar acudieron lo mismo jóvenes, que pequeñines acompañados por su padres y hasta por sus abuelitos, para voltear la mirada de nueva cuenta hacia el firmamento y maravillarse al observar el universo tal y como lo hicieron los primeros seres humanos desde su aparición en la Tierra.
La gente se concentraba en torno a trece diferentes actividades que se programaron especialmente para este evento y que estaban situadas en lugares estratégicos en el interior del parque y el Museo de Ciencias de Morelos; planetarios, talleres, charlas, exposiciones, proyecciones, música, malabaristas, zanqueros y por supuesto telescopios con personal capacitado para atender a los visitantes y dar información sobre lo que se estaba enfocando en el instrumento.
Los invitados hacían filas y esperaban pacientemente para llegar a disfrutar del material audiovisual y de las explicaciones en el interior de un planetario móvil, los niños realizaban talleres en los que coloreaban, cortaban y pegaban diferentes materiales, presenciaban demostraciones, corrían y gritaban por doquier, una rondalla entonaba melodías por todos los pasillos, mientras personas en zancos se paseaban caracterizando cometas y galaxias
El tiempo transcurría y la gente seguía llegando por centenares, se avecinaba una verdadera verbena popular. La gente tenía muchas opciones a elegir, escuchar a la sinfónica infantil y juvenil de Jiutepec, presenciar una charla de divulgación científica, contemplar una exposición fotográfica o incluso tomar un buen café caliente para sobrellevar el frío de la noche.
En una gran jardinera se encontraban apostados 30 telescopios newtonianos de diferentes tamaños y diámetros, cada uno acompañado de un joven entusiasta dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias con el público visitante que ilusionados pasaban a disfrutar durante algunos minutos de la observación de la luna y sus cráteres o de otro cuerpo celeste.
Aunque se presentaron nubes que por momentos impidieron la visibilidad, la expectativa, ánimo y buena disposición del público permitió que todo el evento transcurriera con mucha alegría y que fuera un rotundo éxito.
Al lugar asistieron más de mil quinientas personas que durante cinco horas tuvieron la oportunidad de conocer, convivir y disfrutar actividades de ciencia y arte en las que participaron instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, la Asociación Más Ciencia por México y 90 jóvenes voluntarios de todas las edades
Al final del día solo queda el placer de haber contribuido a despertar la curiosidad en las personas por conocer más sobre el Universo, porque la divulgación de la ciencia de eso se trata de compartir saberes y experiencias…