El problema de los dueños de las rutas es que no cuentan con recursos económicos para adquirir vehículos nuevos, a pesar del alza al pasaje en agosto del año pasado.
Para este 2010 los líderes de organizaciones del transporte público con itinerario fijo se comprometieron a renovar 300 unidades, pero por problemas económicos, según han afirmado, sólo han podido cambiar 30 rutas viejas.
Y la situación se complica aún más, si se considera que cada año el 10% del parque vehicular se vuelve obsoleto, es decir pierde vigencia al tener una antigüedad mayor a 10 años y debe salir de circulación por seguridad de los usuarios.
En el 2009, cerca de dos mil rutas se consideraban “chatarras” y el objetivo, tras el incremento de un peso a la tarifa, fue renovarlas para dar un servicio de calidad. Entonces empezó el programa de renovación, el cual no se ha podido cumplir y muchos microbuses aún portan su letrero “unidad en proceso de cambio”.
Para este 2010, se avanzó en un 10% aproximadamente y existían ya cerca de mil 500 unidades viejas, el compromiso era cambiar por lo menos 300. Sin embargo, se corre el riesgo de terminar este año con 2 mil vehículos obsoletos, si los concesionarios no consiguen recursos para adquirir nuevos microbuses.
“Los concesionarios sí queremos cambiar las unidades, somos los primeros interesados, porque somos los más afectados al operar una unidad vieja, pero no contamos con recursos suficientes para comprar nuevos vehículos y el gobierno del estado no nos ha confirmado los apoyos económicos que solicitamos”, aseguró Enrique Ramos Zepeda, líder de la Alianza de Transportistas.
Ramos Zepeda dijo que insistirán al gobierno del estado para que les ayude financieramente, porque creen muy difícil renovar por su cuenta el parque vehicular.