Y es que, señaló que la sanción va de acuerdo a que si el delincuente utilizó un arma de fuego, arma blanca, si golpeó o lesionó a una persona, si el monto de lo robado es mayor a los mil 500 pesos “y en muchos de los casos no se utilizan armas de fuego ni los montos son considerables, por lo que los delincuentes tienen mayor facilidad para obtener su libertad”.
De igual manera, refirió que los operadores temen por su integridad física porque tienen que seguir prestando servicio y pueden encontrarse nuevamente con los asaltantes.
“Esto hace que se resistan a denunciar cuando son víctimas de un delito, aunque lo ideal es que haya constancia de ello, aún y cuando no haya detenidos”, mencionó.
Sin dar una cifra, Hernández García manifestó que se siguen presentando asaltos a vehículos del transporte público y en ocasiones los hampones aprovechan los límites de un municipio con otro para hacer de las suyas.