Hilda Olivia Aranda Franco, coordinadora delegacional de Nutrición y Dietética del Seguro Social, señaló que desayunar, comer y cenar sin horarios fijos impide el correcto funcionamiento del organismo en la digestión, absorción de nutrientes y distribución de energía. Además provoca que el metabolismo sea lento, acumule energía y genere grasa abdominal.
La institución dio a conocer que como medicina preventiva es fundamental cuidar los hábitos alimenticios. Señaló en un comunicado que la referida nutrióloga, “aconseja no salir de casa sin haber desayunado, se recomienda hacerlo una hora antes de salir, de preferencia antes de las nueve de la mañana. Tomar un refrigerio (colación o lunch) se recomienda dos horas después del desayuno y de igual manera de la comida. Este refrigerio debe ser bajo en calorías, como frutas y verduras, o una pequeña ración de almendras o nueces.
La ventaja de establecer horario fijo para la alimentación es que ayuda al gasto de las calorías que se consumen; el ejercicio también es necesario para consumir energía y así eliminarla. Las calorías sobrantes se acumulan en el organismo y se van al abdomen en forma de grasa.
Para evitar alteraciones del metabolismo se debe programar un desayuno generoso, una comida regular y una cena muy ligera. Por ejemplo, en el desayuno: leche descremada, manzana, una rebanada de pan, jitomate, lechuga o chayote hervido.
En la comida: incluir arroz como entrada, una porción de carne magra (sin grasa) acompañada de ensalada, dos tortillas y agua. La cena debe ser ligera; fruta, cereal integral o un vaso con leche suficiente. Muchas veces las personas dejan de cenar con la idea de que van a perder peso, pero como son muchas horas de ayuno entre la comida y el desayuno (el metabolismo disminuye su ritmo), en lugar de adelgazar, incrementa el peso.
Indicó además que la saliva ayuda a lubricar el bolo alimenticio a fin de que pase mejor por el esófago, es por ello, que si se mastica en partes pequeñas, se reduce el estrés disminuyendo el riesgo de padecer reflujo gastroesofágico.
Si existe la oportunidad, se recomienda hacer una caminata después de consumir los alimentos, al estar el cuerpo en reposo, la energía no se distribuye de la misma manera; además si el consumo de alimentos es alto en calorías, se desarrolla la obesidad. Quienes no pueden hacer ejercicio porque trabajan, deben levantarse cada 20 minutos de su lugar para no estar sentadas todo el tiempo”, concluye el comunicado.