Con sierras y hachas, una cuadrilla de trabajadores de la SCT derribó los árboles. De acuerdo con los ambientalistas, los ficus o laurel de la India que fueron devastados contaban con una antigüedad superior a los 20 años y acusaron que el “ecocidio” es claro, a pesar de que es una especie común en la ciudad.
Sin embargo, también fueron derribados eucaliptos y otras especies arbóreas que se encontraban a lo largo de donde llevarán a cabo la ampliación del libramiento; es por ello que recordaron su solicitud para que se repongan los árboles que han sido talados en un espacio cercano y así evitar afectaciones al medio ambiente y al propio ecosistema.
A pesar de que el secretario de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras Macbeath, declaró que “no hay una afectación a un ecosistema natural (…) y este proyecto (Paso Exprés) nos permite conservar la parte norte", lo cierto, dijeron los activistas, es que el funcionario reconoció que se habrán de afectar más de dos mil árboles, de los cuales el 90 por ciento serán talados y el 10% podría ser banqueado.
Pidieron conocer la estrategia de reforestación urbana que tiene la dependencia a fin de garantizar que haya una reposición adecuada.