En conferencia de prensa, dijo que el pasado 10 de abril, las organizaciones campesinas en defensa del río Cuautla no incurrieron en actos violentos.
Aseguró que hay un amparo que metió el ejido de Anenecuilco y tres suspensiones definitivas que emitió la justicia federal y pese a ello la Comisión Federal de Electricidad continuó la obra del acueducto en el tramo que les falta para llevarse el agua del río Cuautla.
Insistió en que el gobierno estatal ofertó el proyecto a la empresa Avengoa, diciendo que el río trae de siete mil 800 a ocho mil litros, pero la realidad es que sólo trae 630 litros de agua y ellos necesitan para enfriar las turbinas de su termoeléctrica un flujo de 580 litros por segundo.
Planteó que hoy en día 207 ejidos tienen complicaciones para el uso de esa cantidad de agua para la siembra, pero cuestionaron que si se conecta la termoeléctrica, el agua será llevada a esa planta, con lo que resultarán afectadas más de 10 mil 800 hectáreas de riego.
"De esas hectáreas a diario salen en promedio de 30 a 35 camiones con productos agrícolas a la Central de Abastos. Imagínense qué va a ser de la gente del Distrito Federal que se abastece de esa región" apuntó.
“Por eso es que llamamos a todos los ejidos y todos los campesinos están dispuestos a defender, si es necesario con su sangre, lo que defendieron nuestros abuelas y abuelos para tener una vida mejor. Ahora nos toca a nosotros defender el patrimonio de futuras generaciones”, manifestó el descendiente del revolucionario, al rechazar que detrás de este movimiento haya un interés político partidista. Aseguró que por ello no han permitido que a esta lucha entren personajes de ningún partido político.
Jorge Zapata sostuvo que habla conforme a su conciencia personal y no está de acuerdo con que vengan empresas extranjeras a llevarse la riqueza, y que “la contaminación se nos quede a nosotros y nuestros campos devastados, donde ni una lagartija va a sobrevivir ahí. Por eso es que nosotros estamos convencidos de la defensa del agua y el ideal de mi abuelo sigue vivo en todos los mexicanos y como zapatistas debemos defender el legado que nos dejó el legado en el Plan de Ayala”.
De igual forma se pronunció en contra de la reforma federal en la legislación del agua: “vale más que le den pa’trás a esa reforma de la privatización del agua porque si quieren un movimiento social a nivel nacional, que le den luz verde a esa reforma, porque el pueblo ya está hasta el gorro de tanta reforma hacendaria, educativa y más que no beneficia en nada al pueblo y entonces tenemos que ser congruentes en lo que decimos y hacemos. Lo que estamos defendiendo es nuestro y si en ello es necesario que vaya nuestro pellejo, lo vamos a hacer”.