Francisco Sandoval Vázquez, profesor investigador de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautla, dijo que la participación ciudadana en los comicios electorales es síntoma de lo saludable que es una democracia: “la participación ciudadana se convierte en síntoma de vocación democrática en una sociedad, alejando los intentos autoritarios por establecer formas de gobierno sin participación social”, dijo.
Señaló que es importante no renunciar a esa vocación democrática, pues cuando esto sucede aparecen formas autoritarias del ejercicio del poder en el gobierno.
Fernanda Tomasini, alumna de la Facultad de Humanidades, presentó su ponencia titulada: “Nuestros sueños no caben en las urnas; por eso vamos por una nueva constituyente ciudadana y popular”, y comentó que la ciudadanía y el movimiento social se han enfrascado en la discusión de ir o no a las urnas.
“El momento que hoy vivimos es histórico, donde el destino del país está en el aire. Hoy podemos escribir una nueva historia, la cual no está sujeta al guión de la coyuntura electoral y le hemos nombrado la Nueva Constituyente Ciudadana y Popular, este proceso busca ir creando esos nuevos sujetos, es decir, hombres y mujeres capaces de definir su destino, conscientes del poder que tienen y construir poder popular”, concluyó.
Por su parte, Carlos Barreto Zamudio, profesor investigador de la Facultad de Humanidades, dijo que “votar significa contribuir a perpetuar el sistema. Votar por el menos peor, por el que menos robe, por el que no va a ganar, deriva en ofrecer elementos justificativos para la asignación presupuestal, que es el interés inmediato, y el premio de consolación para el perdedor, de cualquier forma miembro de una clase política monolítica”.
Enrique Álvarez Alcántara, titular del Programa Universitario para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad y académico de la Facultad de Psicología, dijo que “si queremos –y ello es lo deseable— que de manera pacífica transformemos este estado, será necesario unificar a todos los que concordamos para convocar a un Proceso de Refundación de la Nación, a través de un Congreso Constituyente, que puede presentar un Pacto de Gobernabilidad Democrática”.
Álvarez Alcántara propuso que la agenda de dicho congreso debiera concentrarse en los puntos de libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos; realizar investigación fundada, ética y justa sobre los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, con la participación de los padres de los jóvenes; contar con el compromiso explícito de las fuerzas armadas, de la Marina y de los poderes fácticos, de asumir como camino a seguir los acuerdos emanados del Congreso Constituyente; y crear los programas de Nueva Política Económica, Nuevo Sistema de Justicia, Nuevo Sistema Político Electoral, de Gobierno centrado en Políticas de Educación y Salud para el Pueblo, y de Gobierno que contemple los Acuerdos de San Andrés.