A unos días de concluir la primera mitad del sexenio de la actual administración estatal, la titular de la Secretaría de Cultura del estado, Cristina Faesler Bremer, realizó un balance de su gestión y calificó de “positivo” el trabajo que ha desempeñado a cargo de esa dependencia durante estos tres años.
Lo anterior lo aseguró al manifestar que durante su gestión se “han tejido comunidades” desde el arte y la creación. Además, aseguró que actualmente Morelos se ubica en el “top ten” de turismo cultural en México.
En entrevista exclusiva para La Unión de Morelos, la funcionaria señaló que “el acceso a la cultura está realmente tomado en cuenta”en la entidad y añadió que “hemos logrado trabajar con mucha intensidad en estos tres años para armar equipos bien organizados; estamos tratando de eficientar, todos los días, cada una de las decisiones y de las acciones que estamos haciendo”.
Faesler Bremer definió a la cultura como un “espacio de formación, como acompañamiento indispensable de la educación”, al tiempo que destacó que en la primera parte del sexenio, el sector que encabeza ha permitido tejer comunidades y tender puentes entre la sociedad, tanto la artística como la civil.
Expresó que la Secretaría de Cultura es un “espacio de acompañamiento, de servicio; no tiene que ser todo la creación” de esa dependencia, sino una conjunción de trabajo; “estamos para complementar nuestros esfuerzos. El Estado está para apoyar, acompañar, escuchar las necesidades puntuales de la sociedad civil, de los actores, de los creadores”.
Como ejemplo de ello citó el programa Formación de Coros Escolares, que a la fecha cuenta con ocho mil 400 alumnos de primaria de 16 municipios de la entidad, a cargo de 42 maestros, de los 70 que han sido capacitados desde 2012 y que año con año reciben actualización.
“Hoy estamos con un proyecto de más de 200 coros en las escuelas, que ayuda a ampliar el horario”, lo que genera un mayor acercamiento entre niños, padres de familia y profesores; ello, a su vez, deviene en un reforzamiento entre los lazos de la comunidad.
Se refirió también a Verano Activo, un programa de actividades recreativas dirigidas a infantes de todo el estado de Morelos.
En la edición reciente, dijo, contó con la participación de diez mil 200 niños de 53 localidades, 650 monitores, 50 coordinadores y diez supervisores.
Por otra parte, la funcionaria calificó a Morelos como una “visita obligada en el espacio cultural” para turistas extranjeros, dada la riqueza patrimonial con la que cuenta la entidad, y aseguró que, hoy en día, el estado se ubica entre los principales destinos de turismo cultural en México.
Además de destacar las zonas arqueológicas, los jardines y los diversos monumentos y espacios, como parte de uno de los atractivos que ofrece Morelos en materia de turismo, dijo que se está reorganizando la “Ruta de los Conventos” en el sentido de que el visitante no sólo se acerque a los inmuebles, “sino a lo que alrededor existe: haciendas, paisaje, historia…” para complementar la experiencia de los turistas durante su estancia en el estado.
Esta riqueza cultural también se ve reflejada en los creadores de las diversas comunidades que integran el territorio morelense, cuyas obras han hallado un lugar para su exhibición en el Museo Morelense de Arte Popular (Mmapo), el cual fue inaugurado en el año 2013 como una propuesta para difundir el arte que se crea en las diversas localidades.
En relación con este museo, Cristina Faesler resaltó que “consolida, dirige y aglutina todo el espacio de artesanía” y su creación permitió iniciar el Concurso de Arte Popular, que ha derivado en “tres premios nacionales, cuatro menciones; dos congresos –de cerería y de cartonería– que se han ido fortaleciendo”, lo que ha permitido “mostrar el talento morelense y que se reconozca nacionalmente”.
Aunado a ello, citó los premios estatales de artesanía, que “sirven para fortalecer a los creadores” y estimular el talento de éstos.
En Tlayacapan, dijo, se colabora “en espacios de diseño a cuatro manos y trabajando hacia perfeccionar las necesidades que quiere y pide el artesano”, sin verlo como un maquilero, sino como un artista, subrayó, al tiempo que destacó la importancia de la colaboración para que un creador de esta naturaleza pueda vivir de su trabajo.
La funcionaria compartió que como parte de este acompañamiento a las comunidades, existen actividades cuyos objetivos son conservar y preservar las distintas lenguas que se hablan en Morelos. “Hemos abierto un espacio al náhuatl […] No vamos a dejar que se pierda la lengua madre.”
Al respecto, mencionó que el Fondo Editorial ha tenido acercamientos con comunidades indígenas con la intención de preservar las lenguas originales.
Como resultado de esta iniciativa, en 2014, en coedición con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Secretaría de Cultura de Morelos publicó Hablar con el corazón. Moyolnohnotsani, un libro de poesía cuya selección de textos estuvo a cargo de María Baranda y contiene ilustraciones de Agustín Santoyo.
El libro destaca la participación de niños del poblado de Cuentepec (Temixco) en diversos talleres realizados en la biblioteca “Kampa tlamachtiloyan”.
La obra reúne poemas de nueve autores y contó conla asesoría de Victorino Torres Nava (incluido él mismo entre los poetas y como prologuista) en la lengua náhuatl.
Si bien no es una edición bilingüe (sólo dos poemas están escritos en náhuatl y tienen su respectiva traducción), la obra “nace por la necesidad de revivir la palabra florida entre las niñas y los niños del país, específicamente en las comunidades indígenas del estado de Morelos”.
Este año, el Fondo Editorial también publicó Un arcoíris de rebozos, un cuento de Vivian Mansour ilustrado por Flavia Zorrilla. El texto resalta la belleza de los rebozos que se crean en la comunidad de Hueyapan (Tetela del Volcán).
Además, cuenta con un anexo de Selva Hernández titulado Los telares de Hueyapan en el que se describe cómo las mujeres de dicho poblado aprenden a confeccionar los rebozos: de niñas observan a sus madres y a sus abuelas emplear sus manos para crear la forma y el color de las prendas que les permitirán combatir el frío de la montaña. Luego, cuando llegan a adolescentes, las antes niñas manejan el telar y se convierten en las nuevas expertas. El trabajo muestra imágenes del entorno de la gente y todo lo que se relaciona con el arte de crear rebozos en Hueyapan.
Faesler Bremer destacó asimismo los programas de Cultura Escrita, al recordar que Morelos fue el estado invitado de la Feria del Libro del Palacio de Minería 2014 y respaldó la labor de las editoriales independientes que existen en la entidad.
En lo que concierne a los espacio físicos, la secretaria de Cultura celebró el rescate del Centro Cultural “Los Amates” que se ubica en el Parque Chapultepec, en el que este año se montó la exposición de Darwin y, además, se realizan actividades que involucran a la comunidad artística de la entidad.
De este lugar resaltó que “es un espacio donde hay cine, literatura, artes plásticas; tenemos la galería que abrimos específicamente para artistas emergentes…”.
De igual forma, señaló que en ese centro cultural, dos veces al mes, hay lectura de poesía y música, con participación de jóvenes.
En relación con el Centro Cultural "Jardín Borda", recordó que es uno de los espacios más importantes de la entidad y de los más consolidados.
Hizo mención de las exposiciones que se montan de forma permanente en las diversas salas, así como los conciertos, las conferencias y las presentaciones de libros que se efectúan en la sala "Manuel M. Ponce" y los festivales de los que es sede en diversas épocas del año.
Respecto al contacto con la comunidad artística del estado durante la gestión de la Secretaría de Cultura, la titular señaló que en este tiempo “hemos logrado tener una magnífica conversación con todos (artes escénicas, artes plásticas, música y literatura). Hemos trabajado con las comunidades; no son espacios en los que nosotros imponemos la dirección, sino que la trabajamos juntos”, puntualizó.