Autoridades de los Servicios de Salud admitieron que se cobra por sesiones de hemodiálisis a pacientes con insuficiencia renal y argumentaron que se aplican costos con base a un estudio socioeconómico. Los recursos que aporta el gobierno del estado son insuficientes porque cada vez hay más personas que requieren de esa atención y recientemente retabularon las cuotas de recuperación.
Luego de la manifestación que realizaron enfermos y sus familiares, la jefa de Departamento del Segundo Nivel de Atención de los Servicios de Salud de Morelos, Georgia Rubio Bravo,señaló que no se utilizan todos los medicamentos, pues se suministran de acuerdo a las necesidades de cada persona, conforme a la prescripción médica.
Argumentó que algunas de las sustancias no habían sido abastecidas, que son de especialidad, pero los proveedores confirmaron que hoy viernes llegarán a la unidad de especialidades médicas.
Comentó que la vancomicina, por ejemplo, tiene un abasto del 95 por ciento, pero no la requieren todos porque se usa para tratar infecciones, pero se usa si la bacteria es sensible a esa sustancia, si no se les prescriben otros antibióticos. Aseguró que ya se explicó esta situación a los manifestantes quienes admitieron este principio.
Argumentó que sí se cobra, pero con base en un estudio socioeconómico y constantemente se retabula, pues las condiciones cambian. “A los pacientes que tienen mayor capacidad de pago se les aplica una cuota mayor, la más alta era de mil 190 pesos por sesión y la más baja es de cero pesos, pues se les exenta”.
Aseguró que el dinero que se les cobra se usa para ampliar la cobertura y aumentar el personal médico, al recordar que el año pasado se inauguró la unidad de especialidades médicas y la unidad de hemodiálisis en la que cuentan con 40 máquinas. Las sesiones de hemodiálisis duran alrededor de tres horas, lo que significa dos pacientes por turno.
“Antes cuando había menos pacientes, y el presupuesto que otorga el gobierno del estado alcanzaba y era suficiente, se les cobraba lo mínimo. Nosotros sabemos que hay pacientes que son de escasos recursos, entonces se les cobra lo mínimo porque no tienen la posibilidad de pagar, por ello a algunos se les exenta y para eso se aplica el tabulador de la Beneficencia Pública. Tenemos un número muy importante de pacientes y actualmente el recurso no es suficiente”, expresó Rubio Bravo.
Apuntó que se está trabajando en un programa para otorgar talleres a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, dirigidos a fomentar la prevención, para que sepan cuál es su enfermedad y plantear los riesgos para quienes no han llegado a la insuficiencia renal, y quienes ya la requieren, explicarles cómo se realiza la hemodiálisis, las posibles complicaciones, alimentación adecuada, entre otros aspectos.
Por su parte, la secretaria de Salud, Vesta Richardson López Collada, dijo que la insuficiencia renal no está en el catálogo de las enfermedades que sí cubre el Seguro Popular y por lo tanto, financieramente sería imposible que los gastos los cubriera la institución.
Dijo que el costo de la sesión para los SSM es de mil 500 pesos, y a los pacientes se les hace un estudio socioeconómico y con base en ello se aplica -contrario a lo que comentó la funcionaria menor- que hasta donde tiene entendido lo máximo que se les cobra es alrededor de 300 pesos y esos recursos se usan para continuar con ese tipo de tratamiento.
“Hay fallas de comunicación, por ejemplo, cada bolsa que se usa en la diálisis cuesta 40 pesos y cada quien paga lo que puede; es importante que los pacientes sientan que están colaborando con algo con su institución para sufragar los costos que cada día incrementan”, argumentó.
La secretaria externó que hay instancias que apoyan a quienes no tienen recursos, como la Beneficencia Pública o como el voluntariado del hospital. Consideró que la protesta de los enfermos tuvo origen en la falta de información porque lo que se hizo fue “actualizar los tabuladores que hace 10 años no se actualizaban, entonces lo que se hizo fue poner los costos reales y cada quien aporta lo que puede”.
En el servicio de hemodiálisis se atiende a alrededor de 70 pacientes, lo que implica “un volumen triple de lo que se estaba manejando en el 2012. Es importante que los pacientes, sobre todo si tienen hipertensión o diabetes, se atiendan para no llegar a ese extremo, que se cuiden y escuchen los mensajes de promoción de la salud”.