A pesar del avance que hay en la obra de remodelación de la Plaza de Armas “Emiliano Zapata Salazar”, los vendedores ambulantes se mantienen en la incertidumbre, toda vez que no les han definido el espacio en el cual serán reubicados.
Las obras en la Plaza de Armas originaron que los vendedores ambulantes se distribuyeran en las calles cercanas al zócalo. Sin embargo, denunciaron que han tenido que enfrentarse al acoso de los inspectores municipales, que les impiden vender sus productos en la vía pública, explicó Gudelia Machado Ordóñez, vendedora de alimentos, quien originalmente se instalaba bajo la sombra de los árboles de la plaza.
Explicó que hasta sus líderes se han olvidado del asunto, pues no les han informado si habrán de ser reubicados o deberán deambular una vez que se terminen las obras, porque la única advertencia que han recibido –dijo- es que no podrán vender sobre la plancha remodelada.
Al igual que Machado Ordóñez, hay alrededor de 15 vendedores que deben deambular sorteando a las autoridades para que no los retiren, o en el peor de los casos, les recojan el producto y lo pongan a disposición del juez calificador por incurrir en faltas administrativas.
Finalmente explicó que se han organizado para preguntar al gobierno del estado qué acciones emprenderán para apoyarlos, toda vez que decenas de familias dependen económicamente de sus ventas y para ello han presentado un documento dirigido a la Secretaría de Economía para que les den una explicación. Sin embargo, hasta la fecha no han obtenido ninguna respuesta.