Explicó que en el mejor de los casos las personas piden permiso para dos pisos, pero construyen cuatro, por lo que luego van los inspectores y sancionan y en su mayoría prefieren pagar la multa que el permiso, ya que la primera es más barata, o incluso muchos ciudadanos piensan que la autoridad no se dará cuenta de las obras.
Sin embargo, dijo que la ciudad es monitoreada las 24 horas vía satélite y constantemente vigilan el territorio, en donde hay registrados un número aproximado de 180 mil lotes. A través de las fotografías aéreas vigilan que corresponda a lo que tienen registrado en Catastro.
“Muchas veces piensan que no los vamos a cachar, pero si no coinciden las fotografías con el catastro, acudimos y les exigimos que se regularicen”, manifestó el funcionario, quien dijo que debido a esas omisiones de la ciudadanía, el Ayuntamiento deja de ingresar recursos a sus arcas.