Líderes del transporte colectivo coincidieron en que ya es necesario que las autoridades pongan vigilancia en las zonas más peligrosas de Cuernavaca y la zona conurbada, porque los delincuentes han encontrado en este servicio público un negocio.
Exigieron que se instalen retenes en las colonias más conflictivas como la Antonio Barona, La Lagunilla, Carolina, Flores Magón, Alvaro Obregón, entre otras, pero que esta vez sí se apliquen, pues comentaron que la Secretaría de Seguridad Pública anunció desde hace meses emprender este tipo de acciones y a la fecha no ha cumplido.
Enrique Ramos Zepeda, representante del Consejo de la Alianza de Transportistas, informó que a la semana se registran 25 asaltos a mano armada. Lo más grave es que no sólo se afecta al operador, también los usuarios resultan víctimas de esta situación.
Sin embargo dijo de 10 asaltos que se llegan a registrar sólo se denuncian dos casos ante las autoridades de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
“Tanto el usuario como el operador están en una situación indefensa y pues temen, pues ya que hoy en día ya no es como antes, en donde sólo te agredían verbalmente y ahora te agraden con armas punzo cortantes o armas de fuego”.
Ramos Zepeda dijo que el problema de denunciar es que la justicia no es tan pronta ni expedita, se piden muchos requisitos a las víctimas y al final no se encuentra al agresor, lo que provoca desánimo en la ciudadanía.
“Estos delitos de asaltos si se les diera un tratamiento diferente, si se simplificara la denuncia, habría más denuncias porque se tendría la garantía de que procederían. Es un trabajo que se debe dar desde el Congreso con reformas y desde la Procuraduría porque si ve que tiene un tipo tres o cuatro denuncias, que se le aumente la pena la última vez”.