Recordó que el 9 de junio de 1980 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la adición de un párrafo al artículo tercero constitucional. El texto actual establece que las universidades a las que la ley les otorgue autonomía tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura, determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio, lo que les ha permitido su desarrollo y cumplir con su objetivo de ser útiles a la sociedad.
“La autonomía se otorga a las universidades para que puedan cumplir sus funciones sin injerencias externas y ajenas que les dificultarían el cumplimiento de aquellas”.