A través de la línea de investigación sobre la ecología y conservación de murciélagos en el Neotrópico, Orozco Lugo trabaja con metodologías de detección ultrasónica para captar los ultrasonidos que emiten los murciélagos, detectados con un equipo especial y software específico para realizar su interpretación, “mediante el sonido reconocemos especies y podemos tener una mayor información de los diferentes sitios donde están estos murciélagos o cómo son afectados por la perturbación”, informó.
Lorena Orozco informó que el trabajo con quirópteros también se ha llevado a cabo en sitios como Cozumel, “trabajando dinámicas espacio temporales y uso de hábitat y en Puebla, donde se han encontrado especies en peligro de extinción, con ello se refuerzan las propuestas de conservación y optimización de recursos”.
La investigadora agregó que estas investigaciones también se están implementando en la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, Jalisco, con dos estudiantes del CIByC, “además hay un proyecto de ecología en Cuernavaca que consiste en conocer la dinámica de los murciélagos en la ciudad, dónde están, qué comen y conocer los beneficios que brindan al ecosistema urbano, hay 17 especies en la ciudad que viven en barrancas y parques, comen moscos, polillas y plagas, su presencia nos indica que tenemos un entorno más saludable desde el punto de vista ecológico”.
Orozco Lugo destacó la importancia de conservar los murciélagos, “es necesario que las personas conozcan estos animales, porque no todos son vampiros, en la ciudad no tenemos”.
La investigadora informó que hay mil 600 especies de murciélagos en el mundo, de las cuales sólo tres comen sangre y sólo una se alimenta de sangre de mamíferos, “la UAEM tiene muchos investigadores y todos estamos abiertos a dar información, si se encuentran un murciélago en casa, no se preocupen, no hacen nada, si encuentran excretas se limpian con cloro, pero es importante no lastimarlos porque tienen el mismo derecho que nosotros de estar en el planeta”.
Orozco Lugo dijo que los murciélagos pueden transmitir la rabia al igual que otros mamíferos, “pero es muy difícil que un murciélago muerda a una persona, de hecho se dan más casos de rabia por mordedura de perros”.
La especialista explicó que en la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla (Rebiosh) se ha trabajado de manera importante y se han encontrado nuevas especies que no estaban reportadas para el sitio, además varios estudiantes del CIByC se han titulado con trabajos realizados en esta reserva, tanto de licenciatura como de posgrado.