En el marco de la inauguración del Primer Seminario de Apicultura realizada el 24 de octubre en auditorio de la Unidad Biomédica, Bautista Rodríguez, destacó la realización de estas actividades académicas que refuerzan la formación de los estudiantes y su vinculación con investigadores especialistas en temas de actualidad.
“El problema con la apicultura está vigente y se requiere la participación de personal técnico bien preparado para atender estos problemas que tienen muchos factores y buscar soluciones de manera integral, alternativas para el presente y el futuro, por eso este tipo de actividades deben aprovecharse”, dijo el director de la FCA.
Por su parte, Liliana López Patillo, ingeniera agroindustrial, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad del Cauca en Popoyán, Colombia, agradeció la invitación de la UAEM para dar a conocer estos temas a los estudiantes, agregó que las abejas son parte primordial de la seguridad alimentaria ya que son las principales polinizadoras de distintos cultivos, como la fresa, pera y aguacate, entre otros.
La investigadora explicó que en Colombia se han unido esfuerzos con distintas instituciones, públicas, privadas y de gobierno, para estudiar la cadena de la abeja y la importancia de la apicultura, desde un enfoque georreferencial y haciendo un registro de los apicultores, ya que actualmente se ha dado mayor importancia a los productos de la abeja y las colmenas, como la miel, pero no se ha tomado en cuenta desde el producto más importante, que es la polinización.
Durante el seminario, la empresa Equinox hizo una presentación de los mejores equipos apícolas que se utilizan en esta técnica.
De acuerdo con varios reportes internacionales, la población de abejas está disminuyendo en todo el mundo, esta crisis se debe entre otros factores al cambio climático que las desorienta si varían sus ciclos climáticos. En este sentido, las autoridades federales de Estados Unidos declararon siete especies de abeja de Hawaii en peligro de extinción, lo que por primera vez permitirá que las abejas sean protegidas por la ley.
En marzo de este año, el periódico El Heraldo de Chihuahua, reportaba la preocupación de diversos especialistas por la existencia de un desorden que mantiene en colapso a las poblaciones de abejas, en buena medida por el uso de insecticidas, plaguicidas y herbicidas, pues afectan el sistema nervioso del insecto y altera su conducta, lo que ocasiona que se desoriente y no pueda regresar a su colmena.
La extinción de las abejas pondría en serio peligro el sistema alimentario a nivel mundial, ya que gran parte de los cultivos dependen de las abejas; se estima que un 75 por ciento de los cultivos que se producen al año en todo el mundo, dependen de la polinización.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)impulsó junto con diferentes organizaciones a nivel mundial, un mecanismo que consiste en reducir al mínimo el uso de productos químicos agrícolas para aumentar la producción de manera sostenible y con ello mejorar las funciones ecosistémicas de estos insectos polinizadores.
La importancia de estos polinizadores y su colapso en Europa, llevó a la organización Greenpeace-España a lanzar toda una campaña en su defensa: “Salvemos a las abejas #SOS abejas”, en la que destacan que el 90 por ciento de las plantas silvestres y un tercio de los alimentos que se consumen, dependen de la polinización que realizan estos insectos.