Esto obviamente ha impactado a todo el país. Morelos no es ajeno a esta situación, lo vivimos año con año en la selección de aspirantes; los jóvenes aspiran ingresar a la universidad y los espacios que la universidad pública ofrece no permiten recibir tanta demanda.
Hay que recordar que por lo mismo en los últimos 10 años, el proceso de selección de aspirantes ha aumentado año con año, de entre 200 y 250 alumnos máximo, cuando la demanda ha crecido de manera permanente; eso quiere decir que la gran mayoría de los jóvenes que solicitan ingresar a la universidad, no ahora, sino ya de muchos años atrás, pues no tienen oportunidad de estudiar. Pero tampoco de trabajar, o lo hacen de manera secundaria, o bien debemos tomar en cuenta la tendencia por emigrar a Estados Unidos a trabajar.
Esto ha propiciado que nuestro país haya vivido durante muchos años esta situación. No porque ahora se considere que aparecen los ninis el fenómeno es reciente. Esto ya tiene largo rato de estarse presentando en nuestro entorno y obviamente ha llegado a un punto en donde nuestro país, comparativamente con otras naciones, incluso de Latinoamérica, es un pías que tiene una cobertura mínima en educación, lo cual deja en una gran desventaja a los jóvenes.
Cuando hablamos de los ninis (ni estudian, ni trabajan), estamos hablando de jóvenes carentes de oportunidades de los 14 hasta los 24 años de edad. En ese rango de edades se ubica a estos ninis. Jóvenes que no tienen oportunidad ni de estudiar ni de trabajar.
En mi opinión esta es la tarea fundamental que debería asumir el Estado y todos los ciudadanos mexicanos. Los muchachos a esas edades deberían estar estudiando y no trabajando. No debiera ser preocupación que cuenten con un empleo, tendríamos que preocuparnos porque estuvieran a esa edad en un proceso formativo integral, para que cuando efectivamente se cumplan los 24 años tengan oportunidad de ejercer adecuadamente un trabajo y que se les dé la oportunidad de trabajar en espacios dignos.
No deberíamos pensar esto de los ninis nada más porque no trabajan y no estudian; debemos abordar el fenómeno pensando que lo que necesitan los jóvenes son oportunidades para estudiar desde temprana edad, y no pensar solamente que ante la carencia de espacios para el estudio además tienen que trabajar.
Fernando de Jesús Bilbao Marcos (http://sistemas.dti.uaem.mx/platica/index.php)