Después de 40 días de su desaparición, a cuenta gotas llega la información; sin embargo, ninguna que permita dar con su paradero o con el destino del joven que, a pesar de incierto, puede suponerse fatal.
De manera oficial, después de 30 días de los hechos, la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca dio a conocer que detuvo el 1 de mayo a Jethro Ramsés Sánchez junto con otros jóvenes que “estaban protagonizando un escándalo en el área de alimentos”. Al advertir los elementos municipales que los dos “bandos antagónicos se afirmaban integrantes de organizaciones criminales”, entregaron los detenidos a elementos de la Policía Federal Preventiva.
La Policía local –la de Cuernavaca- reconoce que controló la gresca en el recinto de la Feria Cuernavaca, que detuvo a varios jóvenes, entre ellos a Jethro Ramsés Sánchez y a Horacio Hernández, mismos que fueron entregados a los policías federales.
La reportera Minerva Delgado, en el diario local El Regional del Sur, recoge datos contundentes de parte del titular de la dependencia municipal, Mauricio Vega Chavaje (hijo del ex secretario de la Defensa Nacional, Gerardo Clemente Ricardo Vega García -2000/2006) , publicados en su primera plana el viernes 10 de junio: “…según palabras del propio secretario, se entrega a estas personas (Jethro) a la Policía Federal, concretamente a quienes tripulaban las patrullas 10618 y 10644, y que 40 o 50 minutos después arribó un convoy de militares, y que él mismo vio cuando los federales entregaron a Jethro a los militares, que iban en las patrullas número 0821362, 08213 y 0821303”,
El secretario de Protección y Auxilio Ciudadano del Ayuntamiento de Cuernavaca –explica la nota- reveló vía telefónica al diputado perredista Fidel Demédicis Hidalgo que él atestiguó cuando la Policía Federal hizo entrega del joven Jethro Ramsés Sánchez Santana a un grupo de militares.
El escándalo social ante el hecho, la desaparición y el ocultamiento de la información por parte de las autoridades involucradas ha provocado múltiples manifestaciones, la cobertura puntual de los medios de comunicación y la intervención directa de los diputados integrantes de las comisiones legislativas de Seguridad, Justicia y Derechos humanos.
Los legisladores han "invitado" a las autoridades a una plática para conocer cuál fue la última instancia que tuvo bajo su custodia al joven de 26 años que, para ese momento, cumplió ya más de 40 días desaparecido. Sin embargo, ninguna autoridad vinculada con la desaparición acudió al Congreso de Morelos a donde habían sido citadas por los diputados para esclarecer el destino del electromecánico de 26 años.
El Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (SPyAC) ignoraron a las comisiones legislativas de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos y decidieron mantenerse en silencio. Mauricio Vega Chavaje insiste en un informe por escrito en donde se advierte que la Policía Federal recibió a Sánchez Santana y a otro acompañante, horas antes de que éste despertara en un municipio alejado de Cuernavaca a donde fue abandonado, luego de haber sido encapuchado y golpeado.
El diputado Demédicis aseguró que la comparecencia de las autoridades era indispensable para esclarecer el caso que ya está en poder de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en contra de la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República. Aclaró que el Ejército ya contestó por escrito que no tiene datos para localizar al detenido; sin embargo, reiteró la indisposición de la Policía Federal de la que se tienen los números de las patrullas que intervinieron en esa ocasión.
Por su parte, el diputado priista y presidente de la Comisión de Seguridad, Andrés González García, refirió que el Congreso local no es instancia para "hacer comparecer a la Policía Federal, mucho menos al Ejército". Asimismo, advirtió que el secretario municipal, por acuerdo de la bancada tricolor, no acudió para evitar ser “crucificado” él solo.
Fidel Demédicis, ante las revelaciones del titular de la Policía de Cuernavaca, anticipó que solicitará a la Policía Federal y a la Zona Militar le informen qué oficiales iban a cargo de las unidades referidas.
Sin embargo, cabe puntualizar que lo señalado por Vega Chavaje no está asentado en el expediente que el pasado día miércoles el funcionario envió al legislador perredista Fidel Demédicis; así lo aclara la reportera Minerva Delgado en su nota.
Lo que sí se puede leer es la traducción de la Bitácora de Preventiva del día uno de mayo de 2011, que a la letra dice: “Novedades. Riña en área de comida en recinto Feria. Diez personas aproximadamente, una persona detenida, se investiga con los militares, ya que las personas agresivas indican son del cártel del negro, amenazando a los policías”.
Como es ya costumbre, ninguna de las cámaras de vigilancia colocadas en el recinto ferial pudo captar la supuesta riña ni la detención.
De por sí la guerra, batalla, lucha, confrontación, como se le quiera llamar, en contra de los cárteles del narcotráfico y la delincuencia organizada ha convertido nuestra vida diaria en incierta ante los enfrentamientos entre las bandas delictivas, operativos policíacos municipales, estatales, federales y del Ejército Mexicano, en ocasiones de la Marina Armada, y ahora tenemos que soportar el actuar cómplice, temerario y corrupto de las autoridades.
El caso de Jethro Ramsés, ante la presión social, esperamos sea esclarecido. Su familia merece saber de su paradero y destino; los responsables han de pagar su falla, error, exceso de fuerza o en su caso odio desmedido.
Grave por cualquier ángulo las víctimas de la delincuencia organizada; imperdonable, cuando no existió ningún pretexto de accidente, el desconocer hasta hoy del paradero de este joven, víctima de esa cadena de mando que conforme sube en áreas de influencia, se hace más opaca, impenetrable pero además de corrupta complicidad entre compañeros que se supone están para servir a la sociedad mexicana.