Lamentablemente hoy estamos a la espera de saber cuál será la siguiente ciudad vulnerada o cuantos muertos arrojará el próximo ataque. Tan sólo este fin de semana una noticia tan impactante como el “levantamiento” primero y el asesinato desafortunado del compañero periodista Humberto Millán Salazar en Culiacán, Sinaloa, se vio opacado ante la magnitud de los acontecimientos en Monterrey, Nuevo León, en donde murieron 52 personas tras el ataque al Casino Royale de esa ciudad.
Este sábado y domingo, en sesión del Consejo Directivo y del Comité de Vigilancia de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex), gracias al anfitrión, el compañero José Arroyo, conversamos largas horas sobre esta triste realidad que golpea a México y que ha dañado a 153 compañeros hoy muertos. Nuestras actividades, todas ellas en horario matutino y vespertino, estuvieron llenas de historia, cultura y convivencia. La vida nocturna, la del convivio y la diversión, de plano nos fue recomendada abortarla ante la grave inseguridad que vive el estado de Guerrero.
Y más triste es ver a esa juventud, que por supuesto tiene derecho a la distracción y a la socialización a la que estuvimos acostumbrados muchos, buscar alternativas entre los conocidos y encontrar cierto refugio en casas particulares o en pequeños establecimientos de hoteles que garantizan una velada discreta y tranquila.
El caso del casino en Monterrey nos hizo recordar el grave ataque que sufrió el espacio conocido como “Classico”, sobre la avenida Plan de Ayala en Cuernavaca, en mayo del año pasado; los hechos fueron muy similares aunque en este caso las puertas del establecimiento todavía no abrían para la recepción de los comensales. Pero la autoridad confirmó en aquel entonces el arribo de 12 o 14 hombres armados, haber rociado gasolina, prender fuego y haber arrojado un artefacto explosivo. En ese hecho, hubo cuatro personas lesionadas, ningún muerto por fortuna.
En junio de este año, en un lapso menor de dos horas, tres centros nocturnos fueron atacados y quemados en Ciudad Juárez, Chihuahua. “Seven Eleven”, “El Chapulín Colorado” y “Altitude” fueron los espacios que esa noche cerraron sus puertas ante la presencia de desconocidos que violentaron sus puertas, rociaron gasolina en su interior y prendieron fuego. No hubo víctimas.
En Cuernavaca, recordamos las declaraciones del amigo Andrés Remis apenas a finales del mes pasado, cuando informó que diez de 16 espacios similares han cerrado. La inseguridad es factor de inhibición y por supuesto de precaución. ¿Qué padre de familia arriesgaría a sus hijos con libertad plena para que ese fin de semana la pasen en alguno de estos sitios? A veces es impostergable el permiso; sin embargo, ésas son largas horas de temor y profunda incertidumbre.
El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, garantizó la seguridad de antros, casinos y zonas estratégicas como el metro, ante eventuales casos como el ocurrido en Monterrey. Señaló que se da un seguimiento puntual con cámaras e investigación a hechos violentos graves. ¿Será ésa una garantía? La verdad lo dudamos.
El caso del ex futbolista Salvador Cabañas, aunque el resultado concluyente fue una rivalidad entre copas, también dejó en claro la complicidad entre custodios, clientes frecuentes, delincuentes, que logran ingresar armados a los espacios públicos en donde se sabe que existe la prohibición y se advierte una intensa revisión. De aquel incidente, el resultado fue por demás lamentable: no murió Cabañas pero su vida fue trastornada totalmente; el delincuente resultó ser José Jorge Balderas Garza, uno de los hombres más cercanos al narcotraficante Edgar Valdés Villarreal. Hoy ambos detenidos.
El luto no culminará en los tres días declarados por el Presidente del la república, aunque nuestra bandera vuelva a ondear en los más alto de las respectivas astas. Son muchas muertes y demasiada sangre la derramada; han sido y son vulneradas las garantías constitucionales a las cuales tenemos derecho los mexicanos.
¿Qué ciudad sigue? ¿Cuántos muertos estaremos reportando? ¿Un periodista más? Deseamos que estas preguntas jamás sean contestadas y que signifique el fin de esta tormentosa etapa de nuestro México, que además no podemos explicársela a nuestros hijos.
Al aire
Esta mañana, en nuestra mesa de análisis, hablaremos de las “cuotas de género”. ¿Son un reconocimiento o una posición degradante el ocuparlas? ¿Es el talento o el sexo lo que debe definir una posición política?
Estarán en cabina mujeres que han conquistado espacios por ellas, sin beneficios especiales: Erika Cortés, directora del Instituto de la Mujer en Morelos; la diputada Tania Valentina, presidenta del Partido del Trabajo en Morelos; mis compañeras periodistas Laura Gonsen y María Esther Martínez.
¡Corra la voz! Estaremos de seis a nueve de la mañana por la 103.7 de FM. Cumpliremos 180 minutos de Periodismo Trascendente.