Bienvenida sea la actitud y el anuncio formalizado ayer en Casa Morelos, en el sentido de que las autoridades federal y estatal garantizarán el libre ejercicio del periodismo e implementarán acciones de prevención y protección para quienes ejercemos este oficio.
Lo positivo de este acuerdo, como se lo hicimos saber al gobernador, otras autoridades y legisladores que nos apoyaron en la organización del Congreso Nacional y Asamblea General de la Fapermex, es que “en Morelos no estamos esperando ser parte de la nota roja que inscribe, como lo constatan informes internacionales y nacionales, delitos contra periodistas… nos mueve generar la agenda institucional de diálogo y coordinación para tomar a tiempo las medidas necesarias que fortalezcan el ejercicio profesional del periodismo".
En efecto, ésa es la gran ventaja que tiene nuestro estado por encima de otros: no es la emergencia ni la gravedad local la que apremia, pero sí la delicada situación que actual e históricamente ha padecido el gremio.
La inseguridad por un lado; hoy se suman126 asesinados y 17 desapariciones forzadas desde 1983 a la fecha. Durante los sexenios panistas se dieron todas las desapariciones y 90 crímenes, pero lo más grave es que tan solo en el gobierno de Felipe Calderón son 60 los compañeros ejecutados, en promedio más de uno por mes.
La carencia de seguridad social por el otro; un porcentaje que supera el 90% de los reporteros, conductores, analistas, editorialistas, caricaturistas, comentaristas y demás, no cuenta con las garantías laborales elementales. Allí estuvieron invitados los directivos, propietarios, representantes de medios de comunicación del estado y ellos, mejor que nadie, saben de esta verdad.
Para nuestra buena fortuna, en una actitud solidaria, de gremio, entre trabajadores, pero además conocedora de la cruda verdad, la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, con la mediación del presidente de su órgano de gobierno, Joel Ayala Almeida, por acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) habrá de otorgar a los integrantes de las asociaciones afiliadas a Fapermex los beneficios que esta noble institución otorga.
Se trata del goce y disfrute de todas y cada una de las prestaciones que contempla la Ley del ISSSTE, desde los temas de hospitalización y medicinas hasta una de las más caras necesidades: vivienda y pensión.
Tal vez en algo que no podemos estar de acuerdo es en el advertimiento de que el convenio y el protocolo garantizarán el ejercicio libre del periodismo; nosotros consideramos que siempre, a pesar de las necesidades y múltiples factores que cíclicamente intentan limitar nuestras libertades, este oficio es libre por naturaleza. Y en muchos casos, históricamente, ahí están los mártires que han luchado porque así sea.
Tampoco estamos de acuerdo con el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora, cuando advierte que este convenio “garantiza por parte del gobierno federal que todos los periodistas puedan informar sin miedo ni censura de los hechos que acontecen en el territorio mexicano”. No necesitamos ni de firmas ni compromisos ni de protocolos para hacerlo. Así se ha venido trabajando toda la vida.
Pero hay algo más importante; ni los protocolos ni las legislaciones en beneficio del gremio periodístico son iniciativas de gobierno. En Morelos, que quede claro, los compañeros integrantes de la Red de Reporteros han impulsado un protocolo de seguridad bajo los esquemas que ya se aplican por ejemplo en Ciudad Juárez y recomendaciones de los amigos de la asociación Artículo 19.
La Ley de Seguridad Social y Protección de los Periodistas la empujamos los integrantes de la Asociación de Comunicadores y Periodistas (Apecomor); desafortunadamente por toparse con diputados sin sensibilidad al momento de dictaminar no se ha podido presentar ante el pleno para ser votada y aprobada.
El colega Justino Miranda Rodríguez señaló la urgencia de mecanismos que protejan el ejercicio del periodismo, ya que el gremio se encuentra en una situación frágil frente a quienes pretenden acallar la voz de quienes son el canal de comunicación con la sociedad, por lo que se ha asumido una responsabilidad de la autoprotección, la capacitación y la organización. Con él estamos como él lo está con nosotros.
Oswald Alonso, integrante de ambas agrupaciones, fue muy certero en su análisis: es un avance pero nada más. Los periodistas tienen voz pero no voto en la elaboración del protocolo. Tres lugares se le otorgaron al gremio y por supuesto habremos de ocuparlos para que de menos no se metan en el cajón el documento y las palabras hoy expresadas.
Adelantamos. La labor de gremio es la mejor de las defensas. Hoy estará naciendo en Morelos el capítulo Morelos de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, cuya directiva internacional la encabezan Nily Povedano (Argentina), como presidenta y la fundadora y presidenta honoraria vitalicia, y Gloria Salas de Calderón (México). En el capítulo México es la colega Rosa María Valles quien ha abierto esta posibilidad solidaria con la Fapermex y la Apecomor.
Que sea para bien. Arrancan la aventura Nadia Piamonte, María Esther Martínez, Bertha Osorio, Gina Batista, María Antonieta Sánchez Nere y Yareth Córdova.
Acompañamos a Rosa María Valles los convocantes: habló Rubén Villalobos Hernández y Teodoro Rentería.