Después de seis largas hora de discusiones, de intercambio de posiciones o mejor dicho de irreductibles posturas, la reunión del presidente Felipe Calderón Hinojosa y su equipo de seguridad nacional con los representantes de la sociedad civil, como un presagio de lo que ocurrirá finalmente en sus seis años de gobierno, fracasó.
Al contrario de las anteriores, ahora ni si quiera fueron adosadas con las promesas de futuras reuniones para revisar lo acordado, obvio, porque en esta no se acordó nada, todo quedó en el vacío en cuando a la agenda y estrategia de seguridad que encabeza el gobierno federal.
Los líderes sociales y los familiares de víctimas encabezados por el poeta Javier Sicilia, cansados de tantas promesas incumplidas, en esta ocasión fueron especialmente severos al exigirle Calderón parar su “guerra” con programas efectivos de seguridad y no con telenovelas. Se referían al millonario gasto por el programa de televisión “El Equipo” para ensalzar a la Policía Federal.
En efecto, el Jefe del Ejecutivo en esta segunda Jornada Ciudadana por la Seguridad en el Castillo de Chapultepec con el Movimiento por la Justicia con Paz y Dignidad, no se salió de su discurso habitual al afirmar tener el mismo objetivo de todos: lograr la paz.
Para luego agregar para favorecer según él su disposición al diálogo, que “honestamente, en honor a la verdad, este no es un Estado autoritario. Si este fuese un Estado autoritario, créanme que no estaríamos dialogando aquí. La verdad es que ni se oculta la verdad, ni se actúa autoritariamente, ni tampoco es el Estado, es otro punto medular de nuestra discusión, no es el Estado el que reprime o el que asesina”,
Y el escritor Sicilia con su misma discurso ante oídos sordos: dijo “no sabemos si todavía es tiempo, queremos creer que sí, de que se nos escuche. Durante estos tres meses hemos llenado de suficientes contenidos nuestra crítica a su estrategia de guerra, señor Presidente” y claro, nada.